Niña de 8 años muere por error médico después de planear su propio funeral
La madre siente una enorme impotencia y frustración porque los médicos no diagnosticaron a tiempo de poder salvar a la pequeña
Una niña cuyo cáncer no fue diagnosticado a tiempo murió después de planear su propio funeral.
Cuando Darcy McGuire, de Fife, Escocia, enfermó por primera vez tenía solo 3 años. Los doctores pensaron que sufría los típicos dolores de crecimiento. T
No fue hasta hasta enero de este año que ya se acaba, cuatro años después, que se dieron cuenta de que era algo más grave y le diagnosticaron un cordoma: un tipo raro de cáncer que afecta el cráneo y la columna vertebral.
A su madre Carol Donald, de 38 años, le dijeron que la enfermedad era terminal. Al principio les costó hacerse a la idea, pero al final lo importante era el tiempo que les quedaba por vivir juntas y que Darcy descansara en paz, así que la pequeña de ocho años incluso comenzó a planear su funeral.
Pero también tenía otros proyectos que quería realizar antes de marcharse, quería recaudar dinero para los hospicios de niños en toda Escocia.
Su muerte fue anunciada en la página de Facebook Los sueños de Darcy Rae, donde la propia madre escribió un post.
“Con mi corazón completamente roto, anuncio que Darcy Rae Mcguire recibió sus alas de ángel esta mañana. Toda la familia estamos devastados, pero ella murió en paz y estaré agradecida por eso. Hemos tenido la suerte de vivir 8 años increíbles con ella, ella me ha enseñado mucho en este último año y la fortaleza que ha mantenido durante todo el tiempo es lo que me mantuvo y mantendrá fuerte. Vuela alto con los ángeles, mi preciosa querida Darcy”.
La madre de Darcy cree que podría haberse salvado si su cáncer hubiera sido diagnosticado antes. La primera señal de que algo iba mal fue cuando Carol notó un bulto en la columna vertebral de Darcy. Pero los médicos le dijeron que no había nada de qué preocuparse, incluso cuando Darcy comenzó a perder peso.
El pasado mes de enero le comunicaron que tenía un cáncer que afecta a uno de cada 20 millones de niños en todo el planeta cada año. El cáncer se había extendido a sus costillas, pulmones, cráneo, manos, brazos y piernas. También tenía tres tumores grandes en su columna vertebral y sacro.
El médico que la diagnosticó dijo que no podía creer que el cáncer no se hubiera diagnosticado en todo ese tiempo.