Dos padres demandan al gobierno de Trump por trauma en cárcel de ICE y abuso sexual de sus hijos en ‘foster care’
Acusan al gobierno de Trump de aterrorizar y causar deliberadamente sufrimiento emocional en niños y padres
Dos refugiados que estuvieron detenidos varios meses en cárceles de inmigración presentaron una demanda en contra del gobierno del presidente Donald Trump por el trauma psicológico que ha dejado en ellos y en sus dos hijos la separación familiar, así como por el abuso sexual que padecieron los menores en las casas de crianza o ‘foster care’ a las que fueron enviados.
Los demandantes sólo son identificados con su primer nombre, Abel y su hijo Obet de 8 años, y José y su hija Herlinda de 6 años, originarios de Guatemala, quienes en 2018 llegaron por separado a la frontera de Arizona para pedir asilo, pero ambos padres fueron encarcelados mientras que los niños fueron enviados a casas de crianza después de pasar un tiempo en las jaulas de ICE (Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas).
En el documento presentado este viernes en una corte federal de Arizona se acusa a la administración de Trump de negligencia, de causar deliberadamente daño emocional y de implementar políticas “crueles y anticonstitucionales” que separan a las familias.
Ambos padres señalan que sus hijos todavía sufren del trauma que les dejó el haber sido separados a la fuerza por el gobierno de Estados Unidos y enviados a vivir con familias desconocidas.
Política de terror
“El gobierno aterrorizó de forma intencional a estas familias”, señala el Southern Poverty Law Center (SPLC) como representante legal de los demandantes.
“Desde hace mucho tiempo es sabido que la separación forzada de padres e hijos causan daños significativos a corto y largo plazo a la salud mental, física y emocional. Sin embargo, con el objetivo de disuadir a futuros migrantes, el gobierno separó a los niños de sus padres, envió a esos niños a miles de millas de distancia de sus padres, se negó a informar a padres e hijos sobre el paradero o el bienestar de cada uno, y se negó a proporcionar medios adecuados para que pudieran hablar entre ellos”, argumenta el SPLC.
Mientras Abel pasaba meses en diferentes cárceles de ICE ubicadas en Arizona, Georgia y Texas, a su hijo Obet lo trasladaron a un hogar de crianza en Nueva York, donde fue víctima de abuso sexual, refiere la demanda.
En las tres mismas cárceles de inmigración estuvo José mientras que a su hija Herlinda la pusieron también en una casa de ‘foster care’ de Nueva York, donde la niña, que en ese entonces tenía 5 años de edad, fue tocada de manera inapropiada.
Los dos niños fueron reubicados a otros hogares de crianza cuando se reportaron los casos de abuso a la policía, indica el documento en la corte.
Como consecuencia de la detención, el encarcelamiento, la separación de sus padres y sus vidas en hogares de crianza, Obet padece síntomas de desorden de estrés post-traumático (PTSD), sufre ansiedad extrema, suele tener pesadillas y recuerda con frecuencia experiencias traumáticas, en tanto que Herlinda también presenta síntomas de PTSD y pesadillas, además de que tiene impulsos de ira y sufre de baja autoestima.
La demanda busca una compensación de $3 millones de dólares para cada familia por los daños que de forma intencional causaron en ellos las políticas del presidente Trump.