Trabajadoras de restaurantes piden a Cuomo el salario mínimo regular
El Gobernador recientemente subió el salario de propinas pero excluyó a meseros
Varias decenas de personas, en su mayoría mujeres, arroparon el lunes a una de las líderes de One Fair Wage cuando fue a entregar una carta al gobernador Andrew Cuomo en la sede de su oficina en la ciudad de Nueva York. La carta tenía una petición simple y repetida por parte de las organizaciones de mujeres y de defensa de los trabajos del sector de los restaurantes: quieren cobrar el salario mínimo completo además de las propinas que puedan recibir y no los actuales submínimos que reciben en el estado.
Hasta 30 organizaciones firmaban esta petición. El 70% de las personas que trabajan en este sector son mujeres y según una encuesta comisionada por One Fair Wage la mayoría apoya esta subida.
Este grupo de empleados quedó fuera de la decisión de Cuomo de finales de 2019 que estableció que trabajadores que reciben propinas como manicuristas o lavacarros tienen derecho al salario mínimo que se pague en su condado, $15 en toda la ciudad de Nueva York, además de lo que quieran darles los clientes. “Nos sorprendió que nos dejaran fueran porque es una de las industrias más grandes con tips”, explicaba Jamila Ruíz, miembro de la organización al frente de la movilización.
“Estamos felices de que los otros tengan el salario mínimo completo porque es lo correcto pero el Gobernador concedió ante los dueños de restaurantes y somos una población muy vulnerable”, lamentaba Ruíz. En la carta que se presentó al gobernador se explica que no hay “justificación económica” para negar la subida solo a este grupo de empleados.
Ruíz rechazó que los costos laborales fueran un grave problema para los restaurantes. Los empresarios se quejan repetidamente de los bajos márgenes de beneficios algo que Ruíz desestimaba diciendo que son “una pequeña parte de la ecuación”. “Lo que suben son los alquileres”.
Hay siete estados que tienen completamente eliminado el submínimo (que en el estado de Nueva York es distinto dependiendo del condado) y una mesera que trabajó en California explicaba que para ella había sido un shock descubrir que su ingreso en Nueva York estaba en manos del cliente y su generosidad.
Daniel García-McGuire, en representación del defensor del pueblo, Jumanee Williams, explicaba que al dejar fuera a estos trabajadores “hasta 300,000 personas se sienten engañadas” y pidió que Nueva york “se gane el título de ser el modelo del movimiento progresista”.
Meseras, organizadores, y artistas recordaron en la calle y en la carta que muchas de las mujeres de esta industria sufren acoso sexual y abusos que soportan en muchos casos para no perder las propinas.