Hispano admite que mató a su esposa en un crucero por pedirle el divorcio
"Ella no dejaba de reírse de mí", dijo el asesino a su cuñado
Kenneth Manzanares se declaró culpable de matar a su esposa en un crucero durante las vacaciones familiares de julio de 2017, mientras sus dos hijos escuchaban.
Manzanares, residente de Utah de 42 años, admitió en la corte que él y su esposa Kristy discutieron frente a sus hijos, en su camarote a bordo del barco “Emerald Princess”, después de que ella solicitó el divorcio, dijo el viernes el fiscal federal del distrito de Alaska.
Después de que la mujer de 38 años le dijo a Manzanares que él debía bajarse del barco en Juneau (Alaska) y volar a su casa en St. George (Utah), él le ordenó a los niños que abandonaran el camarote y se fueron a la habitación contigua donde se hospedaban otros familiares.
Unos minutos más tarde, Kristy Manzanares gritó y los niños trataron de regresar al camarote a través de la puerta contigua. Su padre les ordenó que se quedaran fuera. Entonces fueron al balcón conectado y vieron a su padre abalanzado sobre su madre en el piso y golpeándole la cabeza.
Dos hermanos y el padre de Kristy llegaron momentos después y vieron a Kenneth agarrar su cuerpo y arrastrarlo hacia el balcón. Un hermano la agarró por los tobillos y la llevó de vuelta al camarote.
Funcionarios de seguridad y médicos del barco llegaron unos minutos más tarde e intentaron sin éxito revivirla.
Los documentos de la corte presentados días después del asesinato indican que el sospechoso le dijo a su cuñado poco después del ataque que mató a su esposa porque “ella no dejaba de reírse de mí”.
Manzanares enfrenta una sentencia máxima de cadena perpetua y una multa de hasta $250 mil dólares, destacó New York Post.