California se disculpa por los campos de concentración de japoneses
La Asamblea de California se disculpó oficialmente por retener a más de 120 mil japoneses estadounidenses durante la II Guerra Mundial
La Asamblea de California dio este jueves una disculpa oficial por el papel que desempeñó este estado en el confinamiento en campos de concentración de más de 120,000 japoneses estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
La resolución para emitir la disculpa, aprobada por unanimidad, señala que una serie de leyes federales y estatales aprobadas a partir de 1913 discriminaban a las personas de ascendencia japonesa.
La orden ejecutiva 9066, firmada por el entonces presidente Franklin D. Roosevelt el 19 de febrero de 1942, establecía que aquellos que tuvieran ascendencia japonesa debían presentarse ante los autoridades para ser trasladados a centros temporales de detención y, posteriormente, a campos de concentración. California albergó varios de estos campos de concentración.
La disculpa se da “con todos los estadounidenses de ascendencia japonesa por las acciones pasadas en apoyo de la exclusión injusta y el encarcelamiento de japoneses estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, y por el fracaso en apoyar y defender los derechos civiles y las libertades civiles de los japoneses estadounidenses durante este periodo”.
Más de 120,000 japoneses-estadounidenses inocentes fueron internados en campos de concentración con el argumento de que podrían representar un peligro para el país, que en ese momento se enfrentaba a Japón en la Segunda Guerra Mundial.
El racismo en Estados Unidos contra la inmigración japonesa no brotó de repente con la Segunda Guerra Mundial, puesto que la costa oeste tenía un extenso y conocido historial de agresiones y desprecios no solo a las personas de origen japonés sino también a otras comunidades asiáticas como la china.
El final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 dio pie a que se cerraran los campos, pero los problemas continuaron para las personas de origen japonés, que ya fuera en la costa oeste (a donde algunos regresaron pese a que las autoridades les pidieron lo contrario) o en ciudades muy apartadas de su hogar como Chicago, continuaron enfrentando actitudes racistas durante años.
Familias rotas, algunas de ellas para siempre, y la pérdida de numerosos negocios y tierras fueron el resultado de tres años de infame encierro de una población japonesa-estadounidense que, hasta 1988, no recibió una disculpa oficial por parte de la Casa Blanca, en ese momento dirigida por Ronald Reagan.
La disculpa de California se dio un día después que el gobernador Gavin Newsom declarara el 19 de febrero como “El Día de Recuerdo” en California.
“Esta mancha en nuestra historia debería recordarnos que debemos defender siempre a nuestros conciudadanos estadounidenses, independientemente de su origen nacional o estado migratorio, y proteger los derechos y libertades civiles que apreciamos”, asegura la declaración.
Una disculpa similar a la aprobada este jueves se discutirá en el Senado californiano en los próximos meses.