Advierten de un mayor castigo de USCIS para solicitantes de “green card” con regla de “carga pública”
Preocupa el poder que tendrán los oficiales migratorios para evaluar a una persona
Activistas y abogados reconocen que la regla final de “carga pública” es más compleja de lo que parece, al grado de que el impacto negativo en la comunidad inmigrante podría ser mayor.
Una de las perspectivas –y alertas– es que aquellas personas que soliciten Residencia Permanente, por el simple hecho de pretender ese beneficio se volverían “sospechosas” de querer obtener “beneficios públicos”, lo que inmediatamente las colocaría en la categorías de riesgo de “carga pública” y, por ender, un motivo para negarles ese beneficio.
En otras palabras, los oficiales de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) negarían a los inmigrantes una “green card” por el hecho de ¡solicitar una “green card”!
“La Administración Trump lo admite: como reconoce en su regla, al adivinar si una persona podría, por ejemplo, solicitar cupones de alimentos o Medicaid en 30 años es ‘inherentemente de naturaleza subjetiva'”, apunta la editorial de la experta en políticas públicas Catherine Rampell en The Washington Post. “Los funcionarios de inmigración tienen amplia discreción al hacer estos pronósticos”.
Destaca que la regla que entrará en vigo este 24 de febrero “se basa en una serie de premisas defectuosas e incluso en procesos más defectuosos”.
Apunta que los inmigrantes ya pagan más en impuestos de lo que reciben en beneficios federales y que, incluso, esos inmigrantes usan menos beneficios que sus contrapartes nativas.
“Incluso aquellos que llegan con ingresos relativamente bajos, personas de las que se sospecha que algún día se convertirán en una carga… tienden a tener una trayectoria de ganancias abrupta a medida que adquieren habilidades, mayor dominio del idioma inglés y redes profesionales”, indicó. “Los datos del Censo y una gran cantidad de investigaciones académicas muestran que los inmigrantes pobres generalmente hacen lo que los políticos les aconsejan: trabajar duro, ponerse al día y convertirse en miembros productivos de la sociedad”.
Rampell considera que el mayor problema de la norma es que los oficiales de USCIS tendrán la decisión de determinar si un inmigrante podría convertirse en una carga pública “en cualquier momento”, en una evaluación considerada “vaga”.