Gremio de enfermeras de NY se queja por falta de personal y mascarillas para enfrentar una avalancha de casos por coronavirus
Una escuesta realizada esta semana revela que más del 70% de estos trabajadores de la salud, observan contradicciones de los directivos hospitalarios en la forma cómo se abordan pacientes sospechosos de ser portadores del nuevo virus. El 61% dice que deben rehusar las mascarillas.
El 70% del personal de enfermería de los hospitales privados y públicos de Nueva York, reportó en una encuesta realizada esta semana, que la directiva de los centros de salud no está respondiendo de manera oportuna a las dudas surgidas, de cómo abordar pacientes sospechosos de haber sido contagiados por coronavirus (Covid-19).
A diez días de que se registrara el primer caso, la Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York (NYSNA) que agrupa a 42,000 trabajadores de la salud, mostró este miércoles, los resultados de una consulta realizada a centenares de profesionales de la enfermería. Los resultados no son halagadores.
En palabras de Yury Sheredam, presidente de NYSNA lo que se encuentra en el tope de la preocupación es que existe mucha información cruzada y contradicciones en el sistema hospitalario, en general, en la forma cómo se debe abordar a los pacientes, pero también fallas en los protocolos de protección a los profesionales de la salud.
“No hay suficientes mascarillas para las enfermeras. Nosotros entendemos que es un virus nuevo y que la ciencia lo está tratando de entender. Pero de manera razonable asumimos que estamos en la primera línea de exposición y eso nos obliga a solicitar una revisión de procedimientos y especialmente más dotación de equipos que nos protejan”, aseveró Sheredam.
Una enfermera con 20 años de servicio en el Hospital Montefiore, en El Bronx, que prefirió mantener su nombre en reserva, asegura que la intención de ese gremio no es alarmar, sino realizar “críticas oportunas” ante lo que las mismas autoridades de Salud han avizorado: una avalancha de casos.
“En la escuela nosotros aprendimos que en situaciones como esta se debe utilizar una máscara por cada paciente sospechoso. Muchos de nuestros compañeros interactúan con decenas de pacientes por doce horas usando una sola máscara. Eso es inaceptable”, precisó la fuente.
El 61% de las enfermeras consultadas indicaron que no tienen otra alternativa que rehusar las mascarillas N95, independientemente que hayan tenido un eventual contacto, con algún paciente sospechoso de ser positivo en coronavirus.
“Seis pacientes por una enfermera”
A criterio de Sheredam el otro aspecto que empieza a generar grandes preocupaciones, ante lo que ya es una emergencia internacional y que podría avanzar de manera insospechada en Nueva York, es que en esta primera etapa en donde el coronavirus empieza a tomar cuerpo, no hay suficientes enfermeras en el Estado para hacer frente a una epidemia.
“Hemos estado en la primera línea durante muchos años ante otros virus, otras epidemias y catástrofes como el 9/11. No se trata de miedo, se trata de la incertidumbre de no contar con los recursos informativos, ni los insumos, pero tampoco con el número de profesionales en este momento”, dijo la líder sindical.
La enfermera Jessica Bravo, de origen ecuatoriano, ratifica con base a su experiencia que el número de profesionales de la enfermería es reducido, especialmente en aquellos centros de salud que sirven a vecindarios más pobres.
“Lo ideal para lograr una buena atención, es que cada enfermera atienda un promedio simultáneo de cuatro a cinco pacientes de manera rutinaria. En este momento en donde apenas estamos en el inicio de lo que podría ser una emergencia mayor, ya se manejan hasta más de seis pacientes”, precisó Bravo.
El 47% de los profesionales de la enfermería respondió en la encuesta que no existen “planes adecuados” para protegerlos ante el surgimiento del COVID-19, mientras que solo el 8% consideró que los procedimientos son los adecuados. El 45% cree que las políticas de seguridad son medianamente adecuadas.
Otra enfermera que labora en el Hospital de Jamaica, que también prefirió mantener el anonimato, se opone a la idea de que la Ciudad y el Estado no tengan los planes correctos en los hospitales, ni las barreras para proteger a sus trabajadores.
“Debemos entender que se trata de una enfermedad que es nueva, que tomó por sorpresa al mundo dos meses atrás. La mayoría de los pacientes asisten en medio del clima de pánico. En crisis mayores, hemos tenido la capacidad. No debemos ser alarmistas y entender este momento. Las crisis son mayores en los hospitales en donde asisten muchas personas, sin seguro, eso hace más lento el proceso”, dijo la profesional de la salud.