¿Por qué es malo el aceite de palma?

El aceite de palma es uno de los productos más apreciados en la industria alimentaria, sin embargo cuando hablamos de su valor nutricional y sus consecuencias para la salud se ha vuelto uno de los productos que más preocupan a médicos y especialistas en nutrición. Como introducción es importante entender que no todos los aceites y grasas vegetales son iguales, es por ello que sus efectos en la salud son bastante diferentes; existen algunos aceites que brindan ciertos beneficios a la salud, mientras que otras variantes resultan veneno puro. 

¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma es un producto que se obtiene del prensado de la pulpa del fruto de una palmera africana llamada Elaeis guineensis o palma de Guinea, este tipo de palmera se caracteriza por su rápido crecimiento y el alto rendimiento de sus frutos. Una de las características del aceite de palma es que tiene un punto de fusión verdaderamente alto, siendo una fusión de grasa y aceite vegetal que a los 30ºC ya es sólido. 

Uno de los aspectos que más resulta preocupante de su composición se debe al alto aporte en grasas saturadas que contiene, se dice que cerca del 50% y se destacan dos tipos: el ácido palmítico y el ácido esteárico; los cuales son responsables de los aspectos que más preocupan sobre su consumo. 

Debido a lo económico y de fácil obtención de este aceite, es un producto que se utiliza en diversas industrias principalmente en la cosmética, en la producción de biodisel y en una amplia variedad de productos industrializados, como es el caso de helados, bollería, margarinas, salsas, chocolates, confitería, entre otros. Normalmente se utiliza en alimentos debido a su bajo costo, a su capacidad de alargar el tiempo de conservación de los productos y por sus aparentes beneficios en cuestiones de textura y sabor. Lo peligroso es que la grasa de palma utilizada en este tipo de productos, es un subproducto que contiene cerca del 70% de su composición en grasas saturadas. 

Sobre los efectos negativos del consumo de aceite de palma:

Teniendo en cuenta que una persona promedio consume cerca de 59,3 kg de aceite de palma al año, aún cuando esto sea de manera indirecta; sus efectos negativos sobre la salud resultan altamente preocupantes. Es por ello que en los últimos años diversas organizaciones de salud, han luchado por prohibir su consumo. Conoce detalles sobre las consecuencias de su consumo y revisa bien los etiquetados antes de consumir la mayoría de los productos procesados.

1. El aceite de palma es un producto que contiene un altísimo aporte en grasas saturadas, las cuales se asocian directamente con altos niveles de colesterol y triglicéridos y una larga lista de afectaciones al sistema cardiovascular. Esto se debe a su contenido en grasas como el ácido laúrico, palmítico y mirístico, que tienden a precipitar más en torrente sanguíneo y a acumularse en arterias taponándolas.
2. Debido a su proceso el aceite de palma, es un producto refinado que contiene alto contenido en ácido palmítico considerado una de las peores grasas saturadas que existen y se relaciona con un mayor índice de padecer disfunciones metabólicas como es el caso de la diabetes.
3. Un consumo excesivo en productos que contengan aceite de palma, se relaciona con desequilibrios en todos los niveles del organismo causando alteraciones en la glucosa, colesterol y sobretodo en la presión arterial.
4. Es un producto que se relaciona con casos de sobrepeso y obesidad, condiciones de las que se derivan muchas enfermedades crónico-degenerativas. 

No en vano las instituciones más importantes de salud a nivel mundial como es el caso de: la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la OMS, las recientes Guías Dietéticas para Norteamericanos y la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), entre otros han establecido su firme posición sobre evitar en medida de lo posible el consumo de este tipo de aceite y sus derivados.

A pesar de que evitar el consumo del aceite de palma es una decisión completamente personal, es una buena costumbre procurar revisar las etiquetas de los productos con el fin de estar informados sobre lo que realmente estamos consumiendo. Recuerda que el aceite de palma en muchas ocasiones también recibe nombres pseudónimos, como: aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleina de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre científico de la especie (Elaeis guineensis).