La Gran Reclusión, una crisis como nunca hubo otra
México y Ecuador serán los países más afectados por la recesión en Latinoamérica
“Esta es una crisis como ninguna otra”. El Informe de Perspectivas Mundiales (WEO, en sus siglas en inglés) que elabora el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se anda con rodeos ni tarda en entrar a dar su opinión sobre la situación económica mundial condicionada por la pandemia del coronavirus.
“El shock es profundo. La pérdida de producción asociada con esta emergencia de salud y las medidas de su contención posiblemente dejará pequeñas las pérdidas que dieron lugar a la crisis global financiera”, se explica en la primera página de este denso informe. La directora gerente de esta organización, Kristalina Georgieva, dijo hace menos de una semana que esta Gran Reclusión iba a dar lugar a la peor recesión desde la Gran Depresión.
Las estimaciones del FMI pasan porque haya una contracción del PIB mundial del 3% en 2020 (frente al avance del 2.9% del año pasado) que será del 6.1% para las economías avanzadas.
En concreto se espera que la recesión suponga una caída del PIB del 5.9% en EEUU y del 7.5% en la Unión Europea. En 2019 el crecimiento fue del 2.3% y del 1.2% respectivamente. En América Latina y el Caribe la contracción será del 5.2% después de que en el conjunto de países apenas se registrara crecimiento en 2019 (0.1%). En México, un país en crisis el año pasado el crecimiento negativo será del 6.6% este año y junto con Ecuador, los dos países más afectados por la crisis en esta zona. En Ecuador la contracción será del 6.3%.
Gita Gopinath, la economista jefe del Fondo dijo el martes que por primera vez desde la Gran Depresión se espera que las economías avanzadas y las en desarrollo caigan en recesión a la vez. Sus cálculos pasan por que se eliminen $9 billones ($9 trillion, del PIB mundial en dos años).
“Como en una guerra o una crisis política hay incertidumbre sobre la duración y la intensidad del shock”, se explica en el WEO que determina que estimular la actividad es un desafío muy elevado.
Desde el FMI se aconseja que se destine más dinero para los sistemas de salud, el apoyo financiero a los trabajadores y negocios y un apoyo continuado de los bancos centrales con una salida clara para la recuperación.
Con todo la preocupación básica es médica y se confía en que haya vacuna y tratamiento.