¿Los alimentos enlatados son menos nutritivos que los frescos? Te puede sorprender la respuesta
Derivado de la pandemia por coronavirus la venta de alimentos enlatados ha crecido significativamente. Olvídate de las falsas creencias sobre su consumo y conoce las mejores recomendaciones creadas por especialistas en nutrición
El consumo de alimentos frescos y de temporada es una de las recomendaciones infalibles para alimentarnos equilibradamente y obtener todos los nutrientes que necesita el organismo para funcionar de manera óptima. Es por ello que los alimentos enlatados representan una opción poco atractiva, sin embargo derivado de la realidad que vivimos actualmente los hábitos de compra han cambiado. JAMA Internal Medicine reveló interesante información en la que se comprueba que cerca de un 75% de las personas encuestadas confirmaron que derivado de la pandemia por coronavirus almacenaron alimentos. A la vez los datos revelados por Nielson descubrieron que en esta crisis de salud las ventas de numerosos artículos de despensa se han disparado considerablemente en los últimos días.
La nueva normalidad a la que nos hemos acostumbrado se ha visto reflejada claramente en las compras de comestibles, derivado del confinamiento y las medidas de prevención hemos aprendido nuevas técnicas para abastecer los insumos del hogar, en gran parte con el objetivo de reducir las visitas a los supermercados lo máximo posible y también porque nos estamos acercando a nuevas alternativas en el consumo de productos que antes no estábamos tan acostumbrados a adquirir; el claro ejemplo son los alimentos enlatados que representan una opción rápida y segura para tener siempre a la mano. La buena noticia es que a pesar de los numerosos mitos al respecto, brindan beneficios nutricionales.
Datos interesantes sobre los alimentos enlatados:
Para empezar es importante aclarar que es bastante normal cuestionarnos sobre los inconvenientes nutricionales y de salud al comer alimentos rellenos en una lata de aluminio. Después de todo siempre se nos esta recalcando sobre la importancia de consumir alimentos frescos y de temporada, en gran parte por sus maravillosas propiedades nutricionales, sus beneficios medicinales y en el rendimiento físico/mental. Es por ello que te presentamos los principales mitos y realidades sobre los alimentos enlatados, que diversos profesionales en nutrición recomiendan.
1. Los alimentos enlatados no tienen comparación con sus equivalentes frescos
Los especialistas en nutrición señalan que aquellos que han abastecido sus despensas con productos de las marcas Molly Morgan, R.D., C.D.N., C.S.S.D., de Creative Nutrition Solutions, señalan que no hay razón para menospreciar la comida que viene en aluminio y de hecho señalan que muchos de estos alimentos enlatados son típicamente ricos en nutrientes, porque el proceso de enlatado tiene menos impacto en la nutrición de lo que muchas personas creen. Un buen ejemplo son las variantes de pescado enlatado: una porción de 3 onzas de atún blanco en lata tiene aproximadamente 20 gramos de proteína para el desarrollo muscular, prácticamente lo mismo que obtendrías al elegir una opción fresca. Por su parte productos como el salmón, el arenque y la caballa en conserva, aportan una importante fuente de grasas omega-3 mega-saludables para el corazón. Otro buen ejemplo son las latas de sardinas que pueden proporcionar la mitad de los requerimientos diario de vitamina D, esencial para que estimular al sistema inmunológico.
2. Las mejores alternativas
Otra de las opciones de alimentos enlatados no frescos pero que siempre serán un acierto son los frijoles enlatados, representan un paquete nutricional casi completo. Se destacan por ser alimentos económicos, de fácil consumo y representan una extraordinaria fuete de proteínas y fibra de origen vegetal, son saciantes, reducen el hambre y una bomba en nutrientes como vitaminas y minerales clave, como es el caso del potasio, hierro, cobre y magnesio.
También son alimentos que ayudan a mantener la salud intestinal al proporcionar prebióticos, que son carbohidratos no digeribles que sirven como combustible para las bacterias buenas (probióticos) en su intestino. Otra genialidad es que existen diversas investigaciones que comprueban que las variantes de frijoles oscuros poseen altos niveles de antioxidantes polifenólicos que pueden ayudar a prevenir el cáncer. Y es un hecho que las diferencias nutricionales entre los frijoles en su versión seca y los enlatados son insignificantes, el sodio es la única sustancia que habrá que vigilar; una de las mejores recomendaciones es drenar los frijoles y lavarlos con agua fresca y limpia, de esta manera se reduce en un 40% su contenido en sodio.
Otro gran atajo es considerar el uso de tomates enlatados para la próxima producción de salsa para pasta o chili, estos productos contienen licopenos un carotenoide fitoquímico que se asocia con menores riesgos de accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y cáncer, este compuesto esta disponible de igual manera en las versiones enlatadas y frescas. También las versiones en lata se destacan por contener mayor sabor y mejor consistencia, ya que en muchas ocasiones cuando los tomates están fuera de temporada presentan sus cualidades principales deterioradas.
3. Sobre su nivel nutricional
Los especialistas aseguran que el sodio es una de las principales preocupaciones nutricionales cuando hablamos de productos enlatados, es por ello importante comprar las variantes bajas en sodio o tener el hábito de enjuagar bien los alimentos antes de prepararlos. Sin embargo cuando hablamos de diversas opciones enlatadas de frutas y verduras pueden llegar a ser inclusive más densas en nutrientes que los productos frescos, esto se debe a que los alimentos enlatados pasan por este proceso prácticamente pocas horas después de haber sido recolectados y esto ayuda a que se conserven intactos la mayoría de sus nutrientes.
Ahora ya lo sabes consumir durante una pandemia productos enlatados no es una mala opción en cuestiones nutricionales, lo importante es encontrar las variantes más saludables y seguir procesos que complementen su riqueza. La mejor recomendación es siempre drenarlos y mezclarlos con alimentos frescos y condimentos saludables como el aceite de oliva y el vinagre.