Milicia armada ayuda a barbero de Michigan a abrir su negocio pese a restricciones por coronavirus
Pequeños grupos -que tienen la simpatía de Trump- siguen desafiando las órdenes estatales destinadas a prevenir la propagación del nuevo brote
Miembros armados de la milicia Michigan Home Guard se pararon este lunes frente a la barbería de Karl Mank con el objetivo de bloquear la posible llegada de la policía. Con una orden estatal que prohíbe la apertura de establecimientos como el suyo, además de los milicianos, este barbero de 77 años tuvo como guardaespaldas a docenas de seguidores de Donad Trump.
A los allí congregados –que lucían parafernalia electoral trumpista– no les urgía un corte de pelo, pero querían echar un pulso a la gobernadora del estado, la demócrata Gretchen Whitmer, y a sus medidas para contener la propagación del coronavirus, que a atacado a Michigan con virulencia.
Los sombreros, camisetas y banderas con propaganda de Trump exhibían el apoyo del mandatario a las restricciones a las que ha obligado la pandemia. Sin embargo, los manifestantes también apuntaron a los republicanos del estado que, según ellos, no han hecho lo suficiente para “liberar” a Michigan e ir en contra de las recomendaciones sanitarias.
Varias protestas minoritarias como estas se llevan celebrando en el estado en el último mes y han resultado alarmantes para legisladores de ambos partidos. En ellas, las personas congregadas están sacando esvásticas, banderas confederales e incluso armas de fuego en el interior del capitolio estatal.
Después de que Trump tuiteara que estos manifestantes -algunos armados, recordemos- son “muy buenas personas” que “quieren recuperar sus vidas”, los legisladores republicanos en Michigan han tenido que buscar un equilibrio entre gestionar un virus mortal y no contradecir al presidente y enfadar, por tanto, a sus seguidores más conservadores.
El coronavirus se ha llevado hasta este miércoles la vida de 4,714 personas en Michigan y ha contagiado a 48,391, según el conteo de Worldometers. Es el cuarto estado del país en el que más personas han fallecido.