El optimismo sube en Wall Street pero no se contagia en Main Street

La mayoría de los pequeños negocios no planean recontratar a los mismos empleados

Los restaurantes y bares que están abiertos hacen envíos de comida y bebida pero no es suficiente para compensar los costos./El Diario

Los restaurantes y bares que están abiertos hacen envíos de comida y bebida pero no es suficiente para compensar los costos./El Diario Crédito: Impremedia

Por tercer día consecutivo el lunes los índices de Wall Street marcharon al ritmo de órdenes alcistas pese al coronavirus. El Dow Jones, el índice más volátil llegó a ganar más 1,000 puntos en su mejor sesión en un mes y medio, antes de cerrar con un alza de 911.15 puntos.

El índice más estable, el S&P 500 estaba ayer en los niveles del pasado 9 de marzo, antes de que empezaran los confinamientos y los cierres de escuelas y acumula ganancias en los últimos 12 meses pese a la crisis que de momento ha dejado un 14.7% de desempleo.

Fuera de los ámbitos de inversión bursátil, el sentimiento del corto y medio plazo va por otro camino.

El avance en las Bolsas, según los observadores, tenía que ver con el optimismo con el que se recibía la noticia de que una empresa de biotecnología –Moderna –, esta teniendo señales positivas en la fase 1 de pruebas de una posible vacuna contra el Covid-19.

Las autoridades no llegan a aprobar vacunas hasta que se llega a la fase 4 y por el camino se caen muchas investigaciones. Pero la esperanza –que en abril también se depositó en el Remdesivir de Gilead–, además de una mejor evolución de los casos en todo el mundo mientras se empieza a abrir la actividad, está animando a los inversores.

Estos, además, se encontraron el domingo con las palabras del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien habló en el programa 60 Minutos, de CBS, de crecimiento a finales de año y de que usará herramientas monetarias no usadas aún para animar a la economía.  La Fed ha comprometido ya una importante batería de ayudas que se cifran en billones, es decir, trillions en inglés y anima al Legislativo a hacer más.

Aunque lo que haga el Congreso está por ver –por más que Powell apremie gentilmente–, quienes miran a los índices sintieron algo más despejadas las incertidumbres.

Hasta el petróleo está subiendo. No hace ni un mes que los precios eran negativos y ahora el barril cotiza por encima de los $32 en el caso del tipo WTI (referencia en EEUU).

Boeing, el fabricante de aviones que ha visto caer sus órdenes de venta y que ya lidiaba con una fuerte crisis derivada de la seguridad de su modelo más moderno, subía ayer un 12.8%.

El escenario futuro que descuentan los inversores no es el corto o medio plazo con el que operan consumidores, pequeños empresarios y administraciones locales.

Los consumidores han cerrado el bolsillo para casi todo lo que no es esencial y los pequeños empresarios, los que se encargan de dar empleo a la mayor parte de los trabajadores, no lo ven claro.

11% con dudas

El lunes se hizo público un estudio elaborado por Facebook en la que casi uno de cada tres dueños de un negocio o gerentes explicaban que no estaban operativos. En el caso de los negocios personales, esta situación afecta al 52%.

La mayoría de este último porcentaje son mujeres, lo que vuelve a dejar a estas en el lado de las que más sufren el momento económico generado por el coronavirus. También son las trabajadoras la que más trabajos están perdiendo en la crisis.

Aunque el 57% de los empresarios dicen ser optimistas ante el futuro de sus negocios, un 11% creen que no podrán mantenerse a flote en el caso de que persistan las actuales condiciones.

Y ¿qué tipo de empresa van a tener? Algo distinta a la que tenían antes de que se declarara la situación de confinamiento y emergencia por el Covid-19. Más de la mitad, el 55%, no va recontratar a los mismos empleados una vez que sus negocios se reabran.

“Las perspectivas de trabajo para los desempleados de pequeños negocios son inciertas”, se concluye en este sentido en el informe de Facebook.

Los mayores retos que tienen los empleadores, tengan planes de contratar más o menos, son por un lado el dinero que tengan en caja y la falta de demanda. Es decir que por más que se abra la actividad la prudencia y el miedo o la falta de ingresos impidan a los consumidores reanudar su gasto. No hay que perder de vista la extensión del desempleo.

“Este informe pinta un cuadro de una economía en crisis, pero no es una crisis que se sienta de forma uniforme”, se explica por los analistas de esta red social.

“En los datos que tenemos vemos que hay cosas que son más complicadas para ciertos tipos de formas como negocios personales o los hoteles y café. La demanda es una preocupación y las empresas necesitan el dinero para mantenerse a flote, pero muchos empresarios no quieren deuda”. Explican en Facebook.

Y ¿qué ayudas necesitan?

Tanto empresarias como empresarios creen que sería positivo tener subsidios a los salarios. Es lo que más les aliviaría seguido de accesos a préstamos o garantías de crédito además de retrasos en los pagos de impuestos, préstamos o alquileres.

En general, empresarios y empresarias tienen las mismas necesidades de apoyo salvo en una cosa. La ayuda con sus propios hogares el cuidado de sus dependientes. Esta es una tarea que tradicionalmente ha recaído en las mujeres y por más que esté habiendo un cambio, no hay pandemia que cambie de un plumazo y de una vez la situación.

Optimismo

En Facebook dicen que a pesar de las dificultades no se ha perdido el “sentimiento de optimismo” entre los empresarios.

Los primeros datos sobre la apertura de las restricciones en EEUU están permitiendo cierto alivio ya que poco a poco se están poniendo en marcha algunas de las áreas de actividad paradas en los estados en los que se da luz verde para ello.

Con todo, los analistas de Oxford Economics creen que en el tercer trimestre está por ver que los consumidores quieran gastar más en bienes y servicios que en el segundo. “Las encuestas están apostando que van a mantener la cautela a la hora de gastar en algo no superfluo que demande un alto gasto”.

El 87% no paga la renta

La organización que aúna a los restaurantes y bares de NYC está viendo día a día lo dura que está siendo la crisis para uno de los sectores vitales de la economía de la ciudad y clave también en el empleo latino.

Las encuestas hechas para tomar el pulso de mayo revelan que el 87.1% de los restaurantes y bares no pudieron pagar la renta de los locales en mayo o pagaron solo una parte de esta. El negocio o está cerrado o no genera el suficiente dinero como para hacer frente a una situación que antes de la crisis ya presentaba problemas para muchos de ellos.

El problema es que salir de la crisis va a ser difícil con medidas de distanciamiento físico. el 61% de los encuestados dicen que no pueden operar el negocio si la ocupación se reduce por debajo del 70%.  Más de la mitad de los encuestados no está seguro de si podrán reabrir su negocio. 

Y solo 7.5% de ellos han empezado a recontratar empleados para que el crédito PPP del SBA pueda ser perdonado. Otros negocios que han recibido el dinero no saben si podrán atenerse a los actuales plazos por lo que tendrán que hacer frente a más deuda.

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