¿De qué está hecho realmente el chile Tajín?
Surgió con la idea de que todos probarán la salsa de la abuela
El chile Tajín, esa popular salsa en polvo mexicana para acompañar frutas, dulces, botanas, bebidas, ensaladas y carnes, tiene algo que la ha hecho ser de las favoritas de los amantes del picante.
Es el equilibrio entre el picor y la acidez de los ingredientes naturales que le dan su sabor y la han convertido en la compañía perfecta del mango, la jícama, los elotes y el tequila.
El polvo picante Tajín entró en 1993 al mercado de Estados Unidos y ahora se vende en distintos países.
¿Cómo surgió?
El creador del chile Tajín obtuvo la inspiración en una receta de su abuela.
De niño, Horacio disfrutaba de la cocina de Mamá Necha, especialmente cuando en su cocina tradicional -de esas en las que hay molcajetes, cazuelas y ollas de barro- preparaba su salsa especial con mezcla de chiles.
Un día comía un elote y mientras veía como escurría la salsa, nació la idea. Pensó que sería bueno encontrar la manera en la que todo el mundo pudiera disfrutar de esa salsa. Así que tiempo después se las ingenió para deshidratar el limón y los chiles sin que perdieran su sabor.
El polvo de chile Tajín está hecho de siete diferentes chiles, entre ellos hay chile de árbol, guajillo y pasilla, además de limón y sal, sin azúcar, saborizantes o colorantes artificiales.
¿Por qué Tajín?
Luego de en una visita a la zona arqueológica del Tajín “la ciudad del dios del trueno”, en el estado de Veracruz. Horacio quedó impresionado con las pirámides de la antigua capital de la cultura totonaca y en 1985 se convenció de que su salsa en polvo se llamaría “Tajín”.
Desde entonces es el condimento no solo de elotes, sino de frutas, nieves, palomitas y un sinfín de botanas.