Trump llamó a hermano de George Floyd, pero no le dejó hablar: “No quiero escuchar lo que me dices”
El presidente dijo la semana pasada que había hablado con la familia del afroestadounidense que murió bajo custodia de la policía de Minneapolis. Esta es la versión de su interlocutor
El pasado viernes, el presidente Donald Trump dijo que había hablado con el hermano de George Floyd para transmitirle su “pena” por un acto “horrible”. Sin embargo, el pariente del hombre negro que murió bajo la custodia de la policía de Minneapolis dijo que el mandatario no quiso escuchar lo que tenía que decirle.
Philonise Floyd explicó en MSNBC este sábado que Trump no le había dejado expresarse. “Fue tan mal, no me dio la oportunidad para hablar. Estaba tratando de hablar con él pero seguía como diciéndome ‘no quiero escuchar lo que me estás diciendo”, afirmó el hermano de la víctima.
El hombre pidió al presidente que se hiciera “justicia”. “Le dije que no me podía creer que cometieran [los agentes de policía] un linchamiento en plena luz del día”, comentó Philonise. Su hermano George murió asfixiado no solo porque un agente presionó el cuello de la víctima con su rodilla sino también porque el resto de agentes ayudaron a sujetarlo, según reveló la autopsia privada que solicitó la familia Floyd.
Derek Chauvin, el policía que inmovilizó al ahora fallecido con su rodilla, fue acusado por asesinato en tercer grado y detenido después del estallido de las protestas en Minneapolis. Los parientes de Floyd piden que acusen a Chauvin por homicidio en primer grado y que detengan también a sus compañeros.
“El dolor que siente la comunidad negra por este asesinato y lo que refleja sobre el trato a las personas negras en Estados Unidos es crudo y se está extendiendo por las calles de todo el país“, dijo la familia en un comunicado.
Desde que se produjo el asesinato el pasado lunes y el video empezara a circular por redes un día después, las protestas se han replicados en docenas de ciudades estadounidenses y también en otros países. Las manifestaciones -algunas de ellas violentas- arremeten contra la brutalidad policial, el racismo y la impunidad de la que gozan los agentes que cometen crímenes.