Causa furor en Instagram conejo “gigante”
Es la mascota de una familia de Washington y es tan tierno y amigable que derrite a todos en las redes sociales
“Se lo compramos a mi hija para su segundo cumpleaños”, cuenta en sus redes sociales Lindsay, la dueña del conejo de la raza Gigante Continental, al que nombraron Cocoa Puff.
“Hicimos un poco de investigación y encontramos esta raza de conejos gigantes, que son muy buenos con los niños. Supuestamente, son calmados y dóciles, pero no teníamos idea en lo que nos estábamos metiendo”, aclara. Pronto se convertiría en el mejor amigo de su hija Macy y en un miembro más de esta familia de Washington.
Con el correr del tiempo, el conejo (hoy de 2 años) llegó a pesar poco más de 8 kilos y empezó a demandar más atención de la que habían anticipado sus dueños.
“Nos impactó lo sociable que es”, asegura Lindsay, quien no había previsto que el conejo se criaría fuera de una jaula. “Simplemente no pudimos ponerlo en una jaula, porque quería estar con nosotros todo el tiempo”.
Gigante, suave, cariñoso y muy inquieto. “Salta alrededor de la casa y luego duerme mucho durante el día. Cuando estás sentada en un cuarto viene y se acurruca a tu lado. Siempre quiere estar con personas”, describe la madre, y recomienda: “Los conejos necesitan espacio, son muy activos y hacen mucho ejercicio durante el día”.
Su dieta es a base de vegetales y frutas. Llega a comer dos ensaladas verdes por día (lechuga, kale, perejil, cilantro, brocoli) con trozos de zanahoria. Entre las frutas, puede alimentarse de manzanas, peras y tomates.
Pero además de consumir, el conejo hace su aporte a la familia. Las redes lo convirtieron en un influencer, con sendas cuentas de Facebook e Instagram (en esta última tiene cuenta verificada con 298,000 seguidores). También tiene su propia lista de productos en Amazon, en donde sus dueños ganan dinero por cada compra realizada por un tercero.
Aún así, lo más beneficioso de la experiencia con Cocoa Puff son las enseñanzas que va dejando. “Lo que más amo es que pude ver como mis hijos se volvieron amables con todos los seres vivos. Cocoa Puff les enseñó sobre responsabilidad, empatía, amor y compasión. Nunca pensé que una mascota podía darle esas lecciones de vida a mis hijos”, cuenta su dueña.