Todo baja de precio, menos la comida

El Covid ha cambiado el mercado y con ello está desinflando algunos precios, pero no los básicos

Toma tus debidas precauciones cuando vayas a reabastecerte de víveres.

Toma tus debidas precauciones cuando vayas a reabastecerte de víveres. Crédito: Anna Shvets | Pexels

Hacer un pernil en estos meses del coronavirus, sale caro. Los productos derivados del cerdo costaban en mayo un 2.7% más que lo que costaban en abril (cuando ya subieron un 3% con respecto al mes anterior).

Desde mayo de 2019 a mayo de 2020 el cerdo ha subido un 7.3%.

Peor aún productos específicos como el jamón, costillas o las chuletas cuestan 8.6%, 13.2% y 14% más respectivamente que hace un año.

La buena noticia es que el limón para esta receta cuesta menos.

En realidad, con la excepción de la comida –que subió un 0.7% el mes pasado con respecto a abril–, la vivienda, los servicios médicos y los carros nuevos todo bajó de precio en mayo por la caída de la demanda durante el confinamiento y la incertidumbre laboral.

Tanto es así que el cómputo general de precios bajó un 0.1%.

Y con el mes pasado es el tercero consecutivo que esto ocurre, una rebaja del costo de la vida, algo que no se había registrado antes, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS en sus siglas en inglés).

Por estas caídas, la inflación general (subida de precios) en los últimos 12 meses fue de apenas el 0.1%. Si se descuenta el efecto de los precios que suelen presentar variaciones más fuertes (alimentos y energía) es de apenas un avance del 1.2%. Desde el BLS se recuerda que en febrero, hace apenas tres meses esta lectura era del 2.4%.

Pero desde mayo del año pasado el costo de la energía ha caído y se paga un 18.9% menos por ella, la gasolina cuesta casi un 34% menos. También pagamos un 8% menos por la ropa.

Es el precio de lo inevitable, lo que no se puede elegir, lo que sube.

Eso es una muy mala noticia para las familias de bajos ingresos que dedican un porcentaje mayor de su presupuestos a gastos necesarios como tener comida en la mesa.

En el caso de los alimentos el aumento de precios no solo es solo porque haya una demanda segura sino porque el COVID está rompiendo muchos de los canales de distribución tradicionales dirigidos a escuelas y restaurantes y por los gravísimos problemas de salud que sufren los trabajadores en las procesadoras de carne. Todo ello encarece el producto por los problemas en la oferta.

Los cierres, retrasos y rebajas de producción de estas plantas por los contagios entre sus trabajadores están poniendo en una dura situación a los productores.

Desde el Consejo Nacional de Productores de Cerdo se avisaba que los granjeros que crían cerdos estaban en un momento crítico tratando de evitar que los animales engordaran por la caída de ventas a las plantas de procesamiento.

La alternativa ha sido reducir el número de cerdos pero sin que estos hayan encontrado salido al mercado.  Esta organización cifra las pérdidas para los granjeros se cifra en un mínimo de $5,000 millones.

Lo que sube

En los últimos 12 meses:

4% la comida. 4.8% la que se hace en casa y 2.9% la que se consume en restaurantes.

  • Ternera y venado: 18.2% más
  • Filete de ternera: 16.6% más
  • Pollo entero: 9.6% más
  • Huevos: 13.5% más
  • Leche: 5,4% más
  • Comida para bebés: 5.5% más.

0.8% materiales de salud.

2% Servicios (excluidos los energéticos)

2.5% vivienda

5.9% servicios médicos.

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