A la desaparición de Guillén, y a las otras denuncias de acoso sexual, se suma otra desaparición, la de Gregory Wedel-Morales, ocurrida en 2019. El joven de 23 años fue visto por última vez el 19 de agosto del año pasado, hace casi nueve meses, también en Fort Hood.
Desde entonces su madre, Kim Wedel, no ha dejado de buscarlo. “Me siento derrotada de que no pude proteger a mi hijo. Se fue del Ejército y de pronto desapareció”, dijo a Noticias Telemundo.
Fort Hood anunció el martes que ofrece $25,000 dólares por información sobre el paradero del joven soldado. Wedel teme que haya más familias que pasan por la misma stiuación de incertidumbre de tener a un hijo desaparecido.
Escasos avances en la investigación
Frente a los escasos avances en la investigación, la madre de Guillén pidió que el Congreso intervenga y aseguró que no confía en la investigación militar.
“No puedo soportar ni un día más porque no estoy durmiendo y tengo mala salud”, aseguró la madre este martes. “Han pasado dos meses y no sabemos nada, nada, nada. ¿Qué ha pasado? ¿Qué pasó en esa base? ¿Por qué desapareció mi hija?”, dijo en un grito de desesperación.
“¿Dónde está mi hija?“, ha implorado desde aquel 22 de abril en que se vio a la soldado por última vez.
La representante demócrata por Texas, Sylvia García, aseguró en conferencia de prensa virtual sentirse frustrada por la poca información que el Ejército está proporcionando sobre la búsqueda y la investigación.
La congresista aseguró que los familiares intentarán reunirse con el coronel Ralph Overland esta semana y que está reuniendo un equipo para realizar una investigación “más exhaustiva” en la que tomarán en cuenta todas las acusaciones de acoso sexual hechas por Guillén para investigar cada una de ellas.
Mientras que el ejército ha aumentado el monto de la recompensa a $25,000 dólares (antes era de 15,000), el presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), la organización latina de derechos civiles más antigua del país, anunció el martes que añadieron otros $25,000 dólares a la suma total de recompensas por información que lleve al paradero de Guillén o de cualquier persona que esté involucrada en su desaparición.
La familia de la soldado latina no solo quiere que el Ejército se retire de la investigación. Su hermana mayor Mayra, aseguró que quiere que el FBI se haga cargo de esta.
Por su parte, los militares han declarado que la búsqueda continúa tanto dentro como fuera de la base, con autoridades militares y no militares. Muchos miembros del Ejército se han reunido con la familia desde que se denunció su desaparición por primera vez, incluida su madre, según los oficiales.
En un inicio se desplegaron al menos 500 soldados todos los días para buscarla. Pero ahora las búsquedas son más específicas, con grupos más pequeños de soldados, según anunciaron en un comunicado.
“Eso es lo que nos preocupa, parece que tenemos más preguntas que respuestas”, dijo la congresista García.
La desaparición de Vanessa ha ganado la atención en todo el país. “Devuélvanos a Vanessa… No nos detendremos hasta que vuelvas”, es el mensaje publicado hace unos días por la actriz mexicanoestadounidense Salma Hayek en su cuenta de Instagram. En todo el país se han reunido miles de firmas para que la investigación sobre su caso llegue a la Casa Blanca.
Sus amigos y familiarres no han bajado ni un minuto la guardia. Acompañada por Noticias Telemundo, la madre de Guillén visitó el restaurante mexicano cercano a la base militar donde la joven compró comida el pasado 15 de abril, una semana antes de desaparecer. “Qué me queda, esperar a que me ayuden, investigar y que la encuentren”, exclamó.
Qué se sabe hasta ahora
La joven latina fue vista por última vez en el estacionamiento de Fort Hood. Las llaves de su auto, la llave de la habitación del cuartel, su tarjeta de identificación, además de su billetera aparecieron en la sala de armas donde trabajaba, según las autoridades. Su teléfono fue rastreado en la localidad de Belton, a unos 20 minutos de la base militar.
Guillén mide cinco pies y tres pulgadas de altura, pesa 126 libras, tiene ojos marrones, cabello oscuro, y vestía una camiseta negra cuando se le perdió el rastro.
Hasta ahora, su caso está en manos de las autoridades militares ya que ni la policía, ni el FBI pueden intervenir al tratarse de una desaparición dentro de una base de las Fuerzas Armadas.
Con información de NBC News.
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