Trump desata alertas sobre poca diversidad de jueces federales
Los republicanos se apuran en modificar la estructura judicial
Entre los logros del presidente Donald Trump y la mayoría republicana en el Senado está la confirmación de decenas de jueces federales, pero hay un serio problema de diversidad.
“Si bien las administraciones presidenciales anteriores han realizado esfuerzos concertados para diversificar las cortes, el presidente Donald Trump ha designado al grupo de jueces federales menos racial y étnicamente diverso que cualquier presidente en las últimas tres décadas“, advierte un análisis del Centro Americano para el Progreso (CAP).
El mandatario ha presumido en varias ocasiones que es el Presidente de los EE.UU. que más jueces ha nombrado en la historia. Es mentira, pero no está lejos del récord.
Según un conteo del Instituto Brookings, el presidente ha nombrado a 187 jueces, 50 de los cuales están en cortes de apelaciones, esto representa el 21% de todos los magistrados. Eso ha ocurrido en tres años.
El presidente Barack Obama nombró a 124 jueces, 25 en cortes de apelaciones; los cambios representaron el 14%.
Hasta ahora, el presidente Jimmy Carter ha sido el que más jueces ha nombrado con el 29% del total al asignar a 197 magistrados.
Bill Clinton también tuvo un importante récord con 186 jueces, es decir el 22% en el sistema judicial.
Sin embargo, los expertos destacan que el problema no es si un presidente nombra más o menos jueces, sino qué tipo de magistrados está impulsando y cómo puede afectar en la impartición de justicia.
El CAP, por ejemplo, apunta que las cortes de apelaciones tienen impartidores de justicia con antecedentes de desatención a comunidades marginadas, es decir, que desconocen las necesidades de ciertos grupos sociales, debido a cómo han llevado su carrera.
“Sólo el uno por ciento de todos los jueces federales de apelación pasaron la mayor parte de sus carreras como defensores públicos o abogados de asistencia legal”, advierte el informe. “Ninguno de ellos pasó la mayor parte de su carrera en una organización sin fines de lucro de derechos civiles”.
El Instituto Brookings incluso destaca que los nombramientos del presidente Trump son de abogados relativamente jóvenes –de 40 años en promedio–, lo que también podría alargar su permanencia en el puesto, lo que dará “larga vida” a la orientación republicana o, en este caso, “trumpista” de esos circuitos.
“Su probable desempeño en el cargo por encima del promedio dificultará que los sucesores inmediatos de Trump, si son demócratas, reviertan el equilibrio del presidente designado por el partido que heredan”, acota el análisis.
Según datos del Centro Judicial Federal, sólo un juez de apelaciones, el juez Richard Páez en el Noveno Circuito, pasó la mayor parte de su carrera en asistencia legal, y únicamente tres jueces de apelaciones han pasado la mayor parte de sus carreras como defensores públicos federales o estatales.
“Necesitamos más jueces que hayan pasado la mayoría de sus carreras practicando en entornos centrados directamente en abogar por las comunidades más necesitadas”, advirtió Maggie Jo Buchanan, directora de Progreso Legal en CAP. “La experiencia y las percepciones sobre la ley de estos abogados podrían aportar al tribunal”.
Los expertos centran sus preocupaciones en que los nuevos jueces están enfocados en trabajar con empresas y sus opiniones difícilmente mejorarían las opiniones legales y “la profundidad de las jurisprudencias”.
Una prioridad republicana
En medio de la pandemia de coronavirus, los republicanos liderados por Mitch McConnell (Kentucky) en el Senado han priorizado el nombramiento de jueces propuestos por el presidente Trump.
Por ejemplo, desde el 11 de febrero, el Senado confirmó a nueve jueces federales, además de confirmar tres nominados a los tribunales de Distrito.
El 30 de marzo, el presidente Trump dio a conocer sus nuevas nominaciones, entre las que se incluyó a Cory Wilson para la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito y un protegido del senador McConnell. El abogado de 37 años –un juez de Distrito en Kentucky– podría lograr el puesto.
Mike Davis, jefe de The Article III Project, un grupo de defensa judicial, le pareció inusual el apuro de los republicanos para cubrir todas las vacantes posibles en los tribunales, según dijo a CBS News.
Los demócratas, liderados por Chuck Schumer (Nueva York), han cuestionado la prioridad de los republicanos, quienes han dejado de lado la discusión de una nueva ayuda económica por coronavirus.
El senador Ron Wyden (Oregon) y miembro del Comité Judicial criticó la postura de McConnell.
“En lugar de ayudar a los 36 millones de estadounidenses que han perdido sus empleos o los miles de pequeñas empresas que tienen que cerrar sus puertas, Mitch McConnell está obligando a los votos a jueces y nominados más extremistas”, expresó en Twitter.
A Schumer alertó este miércoles que aunque el líder de la mayoría republicana haya accedido a discutir la reforma policial –surgida tras la muerte de George Floyd–, pero le preocupa que promueva –y eventualmente se apruebe– el nombramiento del juez Wilson.
“Tiene un historial de hostilidad hacia los derechos de votación, un nominado que abogó por reclamos infundados de fraude electoral y calificó la preocupación por la represión y discriminación de votantes”, alertó. “Por un lado, dicen que hagamos algo sobre la reforma policial. Por otro lado, ponen a los jueces que vienen exactamente en el sentido opuesto y les quitan a los afroamericanos su derecho a voto y otras cosas que los afectan”.