¿La avena tiene gluten? Descubre sus bondades para la salud intestinal
La avena es un tesoro nutricional que alberga una inmensa lista de bondades nutricionales y medicinales. En los últimos años ha sido considerada como una comida apta para celíacos ¿Qué tiene esto de cierto?
Sin lugar a dudas la avena encabeza la lista de los alimentos más saludables y fundamentales en la alimentación, no en vano ha sido considerada uno de los superalimentos más valorados por sus inigualables propiedades nutricionales y medicinales. La realidad es que una vez que te enamoras de la avena no hay vuelta atrás, es un básico del desayuno, almuerzo, cena y todo tipo de refrigerios, pero eso no es todo es un alimento completo que brinda grandes beneficios curativos.
Entre los más populares beneficios de la avena, en los últimos años se volvió popular por ser un valioso complemento en las dietas sin gluten, muy recomendada en la dieta de personas que padezcan la enfermedad celiáca: es una afección del sistema inmunitario en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña su intestino delgado o también para aquellos que eviten el consumo de gluten por alguna restricción nutricional y médica. Con el tiempo, la reacción inmunológica del cuerpo ante el consumo de gluten causa una inflamación que daña el revestimiento del intestino delgado y produce complicaciones médicas. Se presenta con otros síntomas como la malabsorción de nutrientes, diarrea, distensión abdominal, fatiga, niveles bajos de hemoglobina (anemia) y osteoporosis.
Debido a esto muchos se han preguntado si la avena contiene o no gluten, a grandes rasgos se podría decir que en parte sí y en parte no; sin embargo teniendo en cuenta que alrededor de 3 millones de personas en Estados Unidos padecen la enfermedad celíaca ,vale la pena informarse al respecto.
¿La avena contiene gluten?
En su forma natural la avena no contiene gluten, sin embargo existe un suceso muy común es que se de una especie de contaminación cruzada en los campos de cultivo o más comúnmente en las instalaciones de procesamiento y envasado, en donde la avena puede correr el riesgo de entrar en contacto con otros cereales que contienen gluten como es el caso del trigo, la cebada y el centeno, a esto se le llama contaminación cruzada.
Antes de entrar en detalles es importante explicar qué es el gluten, se trata de una proteína contenida en el grano de algunos cereales que es responsable de la elasticidad de la masa de la harina. La avena contiene una sustancia llamada avenina, que es similar al gluten y gracias a esto es normal que en algunos casos se presenten los síntomas típicos de la intolerancia.
Existen algunas referencias como es el caso de un estudio publicado por The Journal of Autoimmunity, en el cual personas que padecían la enfermedad celíaca consumieron 100 gramos de avena sin gluten durante tres días seguidos, el resultado demostró que sólo el 8% de los participantes tuvo una reacción de células T a la avena y también algunos participantes reportaron algunos problemas digestivos después del estudio. La conclusión de los investigadores comprueba que existe una alta posibilidad en aquellas personas que siguen dietas sin gluten, que experimenten problemas digestivos debido al alto contenido en fibra de la avena. También se confirmó que en la mayoría de los casos comer avena sin gluten es un hábito seguro para las personas que padecen la enfermedad celíaca.
Si eres celíaco la única recomendación es importante es que siempre leas las etiquetas de la avena que compres y te asegures que indiquen que es un producto libre de gluten, esto señala que no hay riesgo de contaminación cruzada. Desde el 2013 en Estados Unidos estandarizó el etiquetado de los productos sin gluten, en el cual se estableció que los fabricantes pueden marcar voluntariamente sus productos sin gluten, de está manera también se hacen responsables de los posibles reclamos. Sin embargo sobre todas las cosas esto significa que son alimentos que deben cumplir con los requisitos de una organización llamada Food and Drug Administration (FDA). Los alimentos con estás etiquetas deben de contener al menos 20 partes por millón de trigo, cebada, centeno y otros granos que contienen gluten.
A modo de conclusión podemos decir que la avena tiene una proteína cuya estructura es muy similar a la del gluten y también es propensa a contaminaciones cruzadas, lo que puede causar intolerancia en algunas personas. La gran noticia es que hoy en día podemos encontrar compañías que cultivan su avena en campos exclusivos y sin riesgo de contaminación por gluten, lo que garantiza su fiabilidad al 100%.