Ayudas económicas federales han frenado crecimiento de la pobreza especialmente en hispanos
Además, millones de inmigrantes indocumentados, gran parte con hijos estadounidenses, se ha quedado sin ningún tipo de asistencia durante la pandemia
Los paquetes de ayuda económica que el Gobierno federal ha desplegado para hacer frente a la crisis que está provocando el coronavirus han limitado el aumento de la pobreza que los expertos habían estimado. En un momento en el que la tasa de desempleo en Estados Unidos llegó a niveles que no se registraban desde la Gran Depresión, esta asistencia podría incluso haber contribuido a la caída de las cifras oficiales de la pobreza, según dos estudios.
El análisis no solo arroja conclusiones positivas sino que también lanza advertencias reseñables. Muchas personas en el país han pasado hambre y otras dificultades mientras esperaban asistencia federal. Millones han quedado excluidas de cualquier tipo de asistencia federal, la mayor parte inmigrantes que normalmente tienen hijos estadounidenses.
Aún así, los programas que el Congreso aprobó en marzo han sido de gran ayuda para las familias vulnerables, una conclusión que probablemente centre el debate sobre los pasos a seguir en esta materia ahora que las ayudas -sobre todo los $600 dólares semanales por desempleo– están próximas a su fin y que un 13.3% de los trabajadores del país está desempleado.
“En este momento, la red de seguridad está haciendo lo que se supone que debe hacer para la mayoría de las familias: ayudarlos a asegurar una vida mínimamente decente“, dijo Zachary Parolin, miembro del equipo de la Universidad de Columbia que pronostica la tasa de pobreza de este año. “Dada la magnitud de la pérdida de empleo, esto es realmente notable”, añadió.
De no haberse aprobado la ley bipartidista de Ayuda y seguridad económica ante el coronavirus (conocida como Ley Cares) en marzo, la pobreza habría alcanzado un 16.3%, según los cálculos de los investigadores de la citada universidad. Sin embargo, el nuevo estudio estima un aumento ligero este año del 12.5% previo a la pandemia al 12.7%. Es decir, sin la intervención pública, la crisis hubiera dejado a casi 12 millones de personas más en la pobreza.
Las ayudas directas que más repercusión tuvieron en la economía familiar fueron los pagos únicos (de hasta $1,200 dólares por adulto más $500 dólares por menor de 17 años a cargo) y los bonos de $600 dólares semanales para quienes hayan perdido su empleo, que terminarán de enviarse el próximo 31 de julio.
La Ley Cares habría frenado el aumento de la pobreza especialmente en la comunidad hispana. La investigación proyecta que sin ella la taza de pobreza de este grupo demográfico sería del 27%, pero calcula que esa estimación bajará al 20%.
Otro estudio, de Bruce D. Meyer y Jeehoon Han de la Universidad de Chicago y James X. Sullivan de Notre Dame, revela que los ingresos de los estadounidenses económicamente vulnerables aumentaron en abril a pesar de la creciente tasa de desempleo. Su análisis, realizado con datos de la encuesta de la oficina del censo, que la pobreza en abril y mayo cayó en 2.3 puntos porcentuales del 10.9% en los meses previos a la pandemia (enero y febrero) al 8.6% de los dos últimos meses (abril y mayo).
Hasta que acabe el programa federal de ayuda al desempleo, un quinto de las personas más pobres podrán al menos duplicar el sueldo del empleo perdido. Aunque las prestaciones estatales varían, este último estudio indica que un trabajador medio tendría derecho a recibir un 134% de su salario.
Sin embargo, el economista Peter Ganong, de la Universidad de Chicago advierte que muchos trabajadores despedidos no pueden optar a esas ayudas y que el programa federal de bonos acabará mucho antes que la economía se recupere.