Las diferencias entre el yogurt griego y el regular
El yogurt es poderoso alimento fermentado de una riqueza nutricional extraordinaria. Se destaca por sus excepcionales beneficios en la salud intestinal, digestiva y el sistema inmune, conoce todo sobre sus principales variantes
El yogurt es uno de los alimentos más populares de la familia de los lácteos y un básico en la cocina que no solamente es valorado por su delicioso sabor y versátiles aplicaciones, es considerado uno de los grandes superalimentos debido a sus propiedades nutricionales y medicinales.
En los últimos años el yogurt ha dado mucho de que hablar, es por ello que se ha vuelto uno de los elementos de alimentación esenciales en diversas tendencias de salud, nutrición y bienestar. Es portador de una gran riqueza nutricional que le confiere grandes bondades curativas, entre las que se destaca su alto contenido en probióticos que actúan directamente sobre la salud intestinal. Estos microorganismos que se mantienen vivos en el intestino y ayudan a equilibrar la flora intestinal, esto no solo beneficia todo el proceso digestivo eliminando síntomas estomacales comunes; es la llave para gozar de un sistema inmunológico fuerte. Integrar el consumo de yogurt en la alimentación diaria es uno de los hábitos más saludables que podemos tener y que brinda una larga lista de beneficios. Entre los que se destaca su bajo aporte calórico, sus cualidades para el control del peso corporal, ayuda a fortalecer huesos y dientes, regula la digestión y aumenta las defensas del organismo.
Debido a tal popularidad el consumo del yogurt ha aumentado considerablemente en todo el mundo y con ello han surgido varios cuestionamientos sobre las variantes más saludables. Esto nos ha llevado a conocer sobre las principales diferencias entre el yogurt griego y el regular, con el objetivo de tomar las mejores desiciones para nuestra salud y bienestar.
Cómo se elaboran ambas variantes:
Es importante empezar aclarando que tanto el yogurt regular como el griego son productos lácteos cultivados, es decir que pasan por un proceso de fermentación. Los productos lácteos fermentados se elaboran convirtiendo la lactosa (que es el azúcar natural de la leche) en ácido láctico, esto se logra mediante el uso de ciertas bacterias que también suelen ser llamadas cultivos iniciadores.
Estas dos variantes son en las que se divide la clasificación de yogurt y se elaboran exactamente con los mismos ingredientes: leche fresca y Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus como cultivos iniciadores. Lo que sucede es que según el proceso de elaboración de cada variante, cambiará su sabor y nutrientes y esto es lo que determina las características de cada uno.
Un poco sobre el yogurt regular:
El proceso para elaborar el yogurt regular se basa en calentar la leche, agregar las bacterias y permitir la fermentación hasta que alcance un pH ácido de aproximadamente 4.5. Una vez frío es cuando en la industria suelen agregarle otros ingredientes como fruta, endulzantes, saborizantes y otro tipo de aditivos. El resultado final es un producto que puede variar en textura y grosor, es por ello que de este tipo de yogurt se obtienen las algunas opciones bebibles y los que se pueden comer con cuchara, es decir que tienen mayor consistencia. Otra de las características que lo definen es su sabor ligeramente ácido, esto es parte de la naturaleza de su proceso y a pesar de esto tiende a ser más dulce que el griego.
Un poco sobre el yogurt griego:
El yogurt griego se destaca por un proceso de elaboración en el cual es eliminado el suero y otros líquidos del yogurt regular, también es conocido como yogurt colado o concentrado. Su peculiaridad es que durante el proceso de colado se reduce el volumen total, es por ello que se trata de una variante que ocupa una considerable mayor cantidad de leche. De manera artesanal este tipo de yogurt se cuela en una manta de cielo hasta tres veces, hasta que adquiere su textura característica que se destaca por ser muy espesa, cremosa y con un mayor sabor agrio. En la industria suelen agregarle algunos agentes espesantes u otros ingredientes secos que hacen que sean catalogados como yogurt fortificado o tipo griego. Este tipo de yogurt en su versión original es un producto más caro que el yogurt regular, por el simple hecho de que se ocupa mucho más leche en su elaboración.
¿Cuál es la opción más saludable?
Los dos tipos de yogurt son opciones nutritivas y sanas, siempre y cuando se selecciones las variantes originales, lo más orgániocas y artesanales posibles que se destaquen por no contener endulzantes, endulcorantes, frutas o cualquier tipo de aditivo. Sin embargo es importante señalar que son productos con una composición nutricional bastante diferente, para empezar el yogurt griego tiene un 50% menos de carbohidratos y azúcares que el regular, esto hace que contenga casi el doble en proteínas y también menos calcio y sodio.
También una porción de yogurt natural elaborado con leche entera contiene 8 gramos de grasa, mientras que la misma cantidad de yogurt griego de leche entera aporta 12.5 gramos de grasa. Lo cierto es que ambas variantes comparten los mismos beneficios para la salud, que en gran parte se deben a su contenido en probióticos y proteínas. Entre los principales se encuentran:
- Equilibrar la flora intestinal, esto reduce la inflamación intestinal y elimina condiciones digestivas como la gastritis, acidez, reflujo, colitis, gases y digestiones pesadas.
- Potencia el funcionamiento del sistema inmunológico y protege al organismo de padecer condiciones como el asma, alergias, diarrea, depresión, diabetes y una larga lista de enfermedades e infecciones.
- Es un alimento apto para las personas intolerantes a la lactosa, su contenido en probióticos facilita la digestión de la lactosa.
- Protege la salud del corazón y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, esto incluye la hipertensión y el colesterol alto. Esto se debe a que los lácteos fermentados tienen reducen la acumulación de placa en las arterias.
- Ayuda a perder peso, beneficia la salud intestinal por ende la eliminación de desechos. A la vez favorece el metabolismo.