Inmigrantes critican presupuesto de la Ciudad por recortes a organizaciones
Los fondos incluyeron partidas para programas como el plan de abogados gratis, alfabetización y salud, pero denunciaron la eliminación de dineros vitales y la insuficiencia de recursos para la recuperación en las comunidades afectadas por el COVID
Han pasado solo unas horas desde que la Ciudad de Nueva York aprobó la manera como se gastará el presupuesto del año fiscal 2021, estimado en $88,200 millones, y mientras las organizaciones todavía están haciendo sumas, y mayormente restas, sobre lo que perderán en fondos para los próximos 365 días, coinciden en que el Concejo Municipal y la Administración De Blasio les pasó la guillotina de una manera muy brusca.
Líderes, activistas y miembros de comunidades inmigrantes, que esperaban ver incluso incrementos en los recursos asignados, denunciaron que la Ciudad les dio la espalda con fuertes recortes. Destacan el agravante de que vecindarios de amplia presencia migratoria donde trabajan, que sufrieron severa y desproporcionadamente los efectos del COVID-19, quedarán ahora a su suerte, con mayores necesidades por satisfacer.
La Coalición de Inmigración de Nueva York, una de las principales organizaciones de ayuda a inmigrantes, denunció severos recortes en sus programas centrales, con líneas presupuestarias para iniciativas existentes eliminadas por completo. Ese grupo perdió $1 millón de los programas “Clave para la ciudad”, “delitos de odio” y los programas del Censo.
Así lo manifestó Steve Choi, director ejecutivo de esa organización, quien se fue lanza en ristre contra el presupuesto adoptado por la Gran Manzana.
“En una traición a los neoyorquinos más golpeados por la pandemia del COVID-19 y la violencia policial, el Concejo Municipal ha entregado un presupuesto aún centrado en gran medida en la policía más que en las personas. Insultantemente, el alcalde y el ayuntamiento creen que pueden satisfacer las demandas de justicia con algunos trucos contables y medidas de cambio de costos”, dijo el activista, quien calificó el presupuesto como un engaño en detrimento de las comunidades inmigrantes. “Vemos este presupuesto como el documento de austeridad que es, uno que quita fondos a organizaciones sin fines de lucro como la Coalición de Inmigración de Nueva York para evitar cualquier recorte real a la policía, dejando que los inmigrantes y los neoyorquinos negros paguen el precio. Esto es inaceptable“.
A pesar de los recortes a programas con las organizaciones, se lograron mantener $9.8 millones para las clases de alfabetización de adultos, $2 millones para las iniciativas de salud para inmigrantes, $4 millones para ayudar a los menores no acompañados que cruzan la frontera y llegan a la Gran Manzana y $16.6 millones para el NY Immigrant Family Unity Proyect (asesoría de abogados gratuitos de inmigración).
Asimismo, se recuperaron $100 millones para el programa de “Financiación justa para estudiantes” que beneficia a alumnos con mayores necesidades, muchos de ellos inmigrantes, y $11.6 millones para el programa “Single Shepherd” que ubica a los consejeros en escuelas con altas necesidades.
Anu Joshi, vicepresidenta de política de la NYIC, una de las voces más activas de la comunidad inmigrante, se sumó a las duras críticas contra la manera como se asignaron los recursos y advirtió que los inmigrantes pagarán el precio de los recortes.
“El presupuesto de la ciudad de Nueva York es un desastre que solo satisface las necesidades de la policía de Nueva York, pero hace poco por las comunidades más afectadas por esta pandemia y la violencia policial”, dijo la líder comunitaria, quien pese a las críticas, aplaudió que se hayan mantenido recursos vitales.
“Si bien el presupuesto eliminó fondos a organizaciones sin fines de lucro como la Coalición de Inmigración de Nueva York, también entregó algunos fondos cruciales a los neoyorquinos inmigrantes. Estos fondos asegurará que los neoyorquinos inmigrantes de bajos ingresos puedan acceder a servicios legales para proteger a sus familias de la separación y deportación“, destacó la activista, citando como punto positivo, la inversión en programas que garanticen la integración exitosa en la vida comunitaria y la conexión de los inmigrantes neoyorquinos con una cobertura de salud vital.
Sin embargo, la líder destacó que faltaron recursos. “Si bien estas son inversiones importantes en nuestras comunidades, no es suficiente para garantizar que todas las familias de Nueva York puedan estar a salvo de daños y prosperar, por eso la NYIC continuará luchando por la justicia y la oportunidad para todos”.
La Coalición del Centro de Jornaleros de Nueva York La Colmena, criticó que se hayan reducido considerablemente sus fondos y los otros programas esenciales para inmigrantes. De hecho el llamado era a aumentar los fondos a $4.6 millones para programas de jornaleros, y en vez de ello se redijeron a más de la mitad de esa cifra. El programa Day Laborer Workforce Iniciative, de la que forman parte grupos como NICE, La Colmena, Caridades Católicas. el Worker Justice Project (WJP), Northern Manhattan Coalition for Immigrant Rights (NMCIR) y la National Day Laborer Organizing Network recibió el año pasado un presupuesto de $2.9 millones.
“De todos los distritos de la ciudad de Nueva York, los jornaleros marcharon, andaron en bicicleta y corearon para decir: ‘fondos para trabajadores, no para policías’. El presupuesto actual, que incluye grandes recortes a los servicios comunitarios, representa despidos de personal esencial que deberían ayudar a las comunidades inmigrantes a recuperarse de la crisis”, dijo el grupo de Staten Island, a través de un comunicado. “En este momento, la Ciudad debería dedicar más fondos a las comunidades negras e inmigrantes, no menos, más fondos para apoyos vitales, no menos, más fondos para ayudar a los trabajadores mientras construyen un futuro libre de explotación y abuso”.
Loyda Colón, codirectora del Comité de Justicia de Nueva York, destacó que el presupuesto mostró que tanto la Administración De Blasio, como el presidente del Concejo, Corey Johnson no se enfocaron en priorizar a las comunidades más necesitadas, como la inmigrante, y en vez de ello, lucharon por sus ambiciones políticas.
“Nuestras comunidades han sido devastadas por la pandemia del coronavirus y la crisis de violencia económica y policial que han coincidido con ella, sin embargo, a pesar de esto, la administración de la Ciudad ha decidido abandonar nuestra salud, seguridad y bienestar”, dijo la activista.
La Organización Make the Road NY prefirió no emitir ningún comentario, asegurando que todavía están analizando minuciosamente las partidas del presupuesto para ver el impacto que tiene en la comunidad inmigrante.
Mario Russell, director de servicios de inmigrantes y refugiados de la organización Caridades Católicas, manifestó una postura distinta, y dijo que su organización vio con buenos ojos los resultados finales de la asignación de fondos.
“El presupuesto de la Ciudad de Nueva York ha mantenido la mayoría de los programas legales, de integración y de educación para inmigrantes. Este es un buen punto de partida. Instamos a los líderes de nuestra ciudad a cumplir su promesa de proteger y acoger a los inmigrantes, refugiados y niños, y a mantener este compromiso en los meses venideros a medida que surjan nuevos desafíos y se presenten nuevas necesidades”, mencionó el representante de la organización defensora de inmigrantes.
“No podemos olvidar que esta ciudad es un ejemplo de cómo lo mejor de los Estados Unidos es construido por inmigrantes y personas recién llegadas. Hoy en día ellos se encuentran entre los más vulnerables que han sido dejados atrás por la miopía de la actual administración federal. Seguiremos estando del lado de estas personas y animando a la ciudad de Nueva York a seguir haciendo lo mismo”, agregó Russell.
El mexicano Fernando Fermín, quien reside en Corona, Queens, pidió a la Ciudad reconsiderar algunos recortes.
“Yo no sé mucho de números y esas cuentas que ellos hacen, pero sí escuché en las noticias que los inmigrantes vamos a perder programas de ayuda, por eso le pido al Alcalde que nos de un poco más, pues no recibimos ninguna ayuda en medio de todo este calvario”, dijo el inmigrante.
Otro de los programas que sufrirá recortes es el de las MetroCard para los más pobres. El presupuesto aprobado quitó $65 millones al programa de tarifas justas del estimado de $200 millones necesarios para beneficiar con el subsidio de la mitad del valor del transporte público a unos 200,000 neoyorquinos.
“Hay que pensar que la realidad de ese programa, que es una gran iniciativa, fue un programa efectivo e importante (…) todo el concepto del programa fue interrumpido profundamente por el coronavirus y no veremos ese cambio a corto plazo”, lamentó De Blasio.
A pesar de el recorte, el concejal Steve Levin advirtió que afectará a quienes ya cuentan con el beneficio. “No estamos reduciendo la inscripción a las Tarifas Justas en absoluto. Si hay ahorros en el programa, es porque la cantidad de pasajeros en el metro ha disminuido mucho debido al Covid”, dijo el concejal, generando confusión.
La propia presidenta interina de la Autoridad de Tránsito de Nueva York, Sarah Feinberg, aseguró que la Ciudad había optado por quitar fondos al programa de Tarifas Justas.
“La decisión del alcalde de recortar el programa de Tarifas Justas dificultará que decenas de miles de clientes que dependen del transporte público puedan acceder a sus trabajos, a la escuela y al trabajo mientras Nueva York continúa reabriendo”, dijo la funcionaria. “En un momento en que la MTA está sufriendo una hemorragia monetaria en niveles récord debido a la crisis de COVID-19, este recorte nos pone atrás y perjudicará aún más nuestra capacidad de proporcionar servicios críticos a los neoyorquinos”.
Jaqi Cohen, de la organización Straphangers Coalition mencionó que el recorte tendrá un fuerte impacto entre los más necesitados, muchos de ellos inmigrantes.
“Había 600,000 neoyorquinos elegibles para el programa incluso antes de la epidemia de COVID, así que ahora, con tanta gente sufriendo, cortar un servicio que ha sido un salvavidas es muy devastador”, advirtió el defensor.
Al cierre de esta edición, y luego de varios intentos por obtener un comentario, la Administración De Blasio se mantuvo en silencio sobre los reclamos de las organizaciones de inmigrantes.
El presidente del Concejo Municipal, Corey Johnson destacó que los inmigrantes “son la columna vertebral” de las comunidades, y aunque no hizo referencia específica a la queja por recortes de dinero a las organizaciones, mencionó que en medio de la crisis financiera de la Ciudad, se pudieron mantener planes vitales a flote.
“En el presupuesto de este año, a pesar de un déficit de $9,000 millones, el Concejo luchó para mantener los fondos para el New York Inmigrant Family Unit Project, que proporciona servicios legales para los neoyorquinos que enfrentan deportación. También luchamos para continuar financiando programas que ayuden a menores no acompañados, brinden servicios de salud a inmigrantes y clases de alfabetización de adultos”, comentó Johnson. “Siempre lucharé para proteger y apoyar a los inmigrantes, especialmente durante este pandemia y economía difícil”.
Presupuesto en datos
- $88,200 millones es el presupuesto total aprobado
- $65 millones para ayuda de tarjetas MetroCard a mitad de precio fueron recortados
- $9.8 millones para las clases de alfabetización de adultos se mantuvieron
- $2 millones para las iniciativas de salud para inmigrantes, fueron incluidos
- $4 millones para ayudar a los menores no acompañados que cruzan la frontera fueron asignados
- $16.6 millones para el NY Immigrant Family Unity Proyect (aseroría de abogados gratuitos de inmigración) fueron incluidos.
- $100 millones para el programa “Financiación justa para estudiantes” de alumnos con mayores necesidades, muchos de ellos inmigrante
- $11.6 millones para el programa “Single Shepherd” con consejeros en escuelas con altas necesidades
- $4.6 millonesles solicitaban las organizaciones de jornaleros y no recibieron ni la mitad