¿Cómo podemos evitar la obsesión por nuestra pareja?
El síndrome de Anna Karenina es la peor forma de amor que existe: el amor obsesivo
Una relación de dependencia absoluta es desagradable y dañina, pero esto es difícil de ser percibido por una persona con el síndrome de Anna Karenina. A continuación ahondaremos en detalles sobre esta enfermedad.
¿Qué es el síndrome de Anna Karenina?
Según un artículo del portal Psicología y Mente, el síndrome de Anna Karenina es un patrón obsesivo que consiste en una dependencia absoluta hacia la figura amada, lo que afecta considerablemente todos los ámbitos de la vida del paciente.
El nombre de este síndrome se debe a la protagonista de la novela del mismo nombre publicada por Tolstoi en 1877. En la novela, Anna Karenina sacrifica mucho de su vida por un hombre del cual ella se enamoró.
Una persona con el síndrome de Anna Karenina puede hacer literalmente cualquier cosa con tal de estar con quien ama, lo que eclipsa absolutamente todos los aspectos de su vida. Es muy común que el síndrome de Anna Karenina fomente la idealización del ser amado a los ojos del paciente.
¿Qué hacer para evitar el síndrome de Anna Karenina?
Para evitar desarrollar el síndrome de Anna Karenina, la persona debe examinar la relación que mantiene actualmente, así como la perspectiva que tiene sobre el amor. Por otro lado, tiene que concientizarse de que la felicidad es un asunto personal, no un tema compartido.
Es importante señalar, además, la importancia de mantener el resto de nuestras relaciones interpersonales para evitar que concentremos todos nuestros afectos e intereses en un único individuo, lo cual no hace más que fortalecer la relación de dependencia absoluta.
El síndrome de Anna Karenina es, como sugiere su nombre, un patrón afectivo que puede ser bastante perjudicial para ti. Es por eso que en situaciones como esta, lo mejor será buscar ayuda profesional para poder recuperar el control autónomo de tu vida.