La mitad de las familias latinas barajan no mandar a los hijos a la escuela
El modelo mixto de educación, parte en la escuela y parte en la red, es apoyado por el 83% de los latinos
Muchas familias latinas del país están en una posición muy complicada con respecto al año escolar que empezará en el otoño. Por un lado en esta comunidad, que ha sido la que más ha sufrido el azote del coronavirus, hay miedo a más contagios de COVID-19 y por otro lamentan que no pueden asegurar un buen acceso a la educación en la red debido a la falta de aparatos para ello, software actual o incluso conexión a internet.
Según una encuesta de Latino Decisions y Abriendo Puertas/Opening Doors, el 53% de los padres o cuidadores están considerando no mandar a los niños a la escuela este otoño para el curso 2020-2021. Y es una decisión que resulta muy difícil porque el 83% de las familias, piensen en mandar o no a los escolares al centro, también están muy preocupadas por el retraso en la educación y la posibilidad de quedarse atrás.
El Gobierno federal está presionando a la CDC para cambiar las directrices cumplir por parte de las escuelas para que no sean tan “imprácticas” o “caras”, según el presidente y los estados, que son los que tienen autoridad en ello, están planeando una escolarización distinta que incluye una mezcla de clases presenciales y en la red.
Abrir las escuelas se ha convertido en un paso fundamental en la normalización de la actividad económica alterada por el virus pero la amenaza de la salud está lejos de desaparecer, las vacunas tardarán en llegar, y lo que de momento no hay es una mayor inversión en educación dados los problemas presupuestarios de los estados y municipios.
Aunque en muchos distritos se han facilitado materiales y se está intentando añadir conexiones a internet para facilitar esta tarea, en el caso de familias con varios hijos se complica mucho la formación más si se hace en hogares reducidos como los que alojan a muchas familias inmigrantes o de bajos ingresos en las ciudades. En las zonas rurales, lo que falta suele ser ese apoyo tecnológico.
De hecho, en la encuesta, la mitad de los padres latinos reportaron que no tienen suficientes computadores o tabletas para hacer seguimiento de las clases en la red. Y a eso se le añade otro problema de peor arreglo. El 65% no pueden ayudar a sus hijos porque no tienen familiaridad con lo que estudian. Estas dificultades hacen que al 76% de las familias les preocupe la escolarización en casa.
“Una de las cuestiones en todos los sistemas escolares del país es cómo hacer la enseñanza accesible a todos los estudiantes sin arriesgar su salud”, explicaba en un comunicado Adrián Pedroza, director nacional de partenariado estratégico con Abriendo Puertas/Opening Doors. Para Pedroza, los resultados de esta encuesta revelan que muchas familias latinas, sobre todo en zonas rurales no tienen el apoyo que necesitan para acceder a las herramientas en la red “y sus niños se están quedando atrás”.
Los encuestados piden mayoritariamente más contacto personal con los maestros vía telefónica o con videoconferencias, el 83% apoyan las soluciones mixtas de mandar a los niños a la escuela varios días y el resto trabajar desde casa. El 75% también estaría de acuerdo con ampliar el año escolar para que los estudiantes recuperaran el ritmo perdido.
“Nuestra esperanza es que los políticos vean en esta encuesta un punto de vista sobre la articulación de clases híbridas en clase y en la red”, explicaba en el mismo comunicado Gabriel Sanchez, principal de Latino Decisions.