Lanzan nuevo ‘Plan para Poner Fin a la Violencia Armada’ en la ciudad de Nueva York
El esfuerzo se seguirá concentrando en estrechar la colaboración entre la Policía y las comunidades
El alcalde Bill de Blasio, junto al comisionado de Policía Dermot Shea, presentó este viernes el nuevo ‘Plan para Poner Fin a la Violencia Armada’, justo antes del inicio del fin de semana, que son los días en que más balaceras se registran en la Gran Manzana.
De Blasio explicó que el nuevo plan seguirá teniendo como base principal el trabajo conjunto entre el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) y las comunidades, para garantizar la seguridad en los vecindarios más afectados por los tiroteos y la violencia armas en los cinco condados.
“Durante siete años, hemos hecho que esta ciudad sea más segura a través de la estrecha colaboración de la Policía con las comunidades y al reconocer el liderazgo de los líderes comunitarios, las organizaciones y el clero“, dijo el Alcalde, agregando que el objetivo fundamental es: “Seguir nuestro esfuerzo para construir la paz en nuestros vecindarios y continuar fortaleciendo las relaciones”.
Como parte del plan, la Uniformada redirigirá los recursos de patrullaje y las investigaciones de detectives a las áreas con alta violencia armada, organizará más eventos de recompra de armas, aumentará la coordinación con los integrantes de la iniciativa ‘Cure Violence’ y reorganizará la Oficina de Asuntos Comunitarios para proporcionar una participación más proactiva en las comunidades que han visto una mayor violencia.
“El aumento de los tiroteos y la violencia rasga el tejido de la vida en nuestra ciudad”, dijo el comisionado Shea. “La Policía de Nueva York ha avanzado vigorosamente reformas durante los últimos casi siete años, y nuestros hombres y mujeres continuarán trabajando arduamente para fortalecer las relaciones con las comunidades a las que han jurado servir”.
Esta nueva acción del NYPD se suma a otros planes que ya habían puesto en marcha recientemente en comunidades del centro de Brooklyn y Halem, incluyendo el esfuerzo ‘recuperar nuestras calles’, servicios y consejería para jóvenes, más presencia de oficiales en los ‘puntos calientes’, promover marchas de paz dirigidas por la comunidad y el clero, ferias de recursos en calles abiertas y unidades móviles de trauma.