Hombre sin hogar pide le regalen algo de comer y le dan plato con arroz y croquetas para perro
Lo que inició como una historia triste concluyó con un final feliz e inesperado
Un joven originario de Chetumal, Quintana Roo, en México, llamado Elian Cruz, publicó en su Facebook una triste historia protagonizada por un hombre sin hogar, el cual fue víctima de un acto cruel e inhumano.
Resulta ser que Elian llegaba a su casa hace un par de días, por la noche, y se encontró a un hombre de la tercera edad, indigente, sentado afuera de ella, el cual le pidió un pedazo de pan para acompañar el plato de “comida” que alguien le había regalado.
El chico quedó impactado al ver que en el plato estaban mezclados arroz, frijoles y croquetas para perro.
“A mí, se me hace una verdadera falta de respeto que gente tan desagradable haga este tipo de cosas. Darle un plato con croquetas y arroz a un señor mayor de edad. Para mí es sinónimo de burla y de gente sin educación. Es triste ver como entre nosotros mismos nos tratamos como mie#$%da”, expresó Cruz en su post.
Rápidamente, la historia se volvió viral y muchos lamentaron esta situación e incluso, hubo quienes se ofrecieron a apoyar a este señor; sin embargo, Elian agradeció el apoyo e indicó que tanto él como su familia ya le habían dado de comer.
Historia con final feliz
Varios vecinos de la localidad se dieron a la tarea de encontrar el sitio en donde esa hombre generalmente pernocta. Además, fue identificado como José Adán y otro usuario de Facebook llamado Fabián González decidió invitarlo a cenar, a que pasara su casa a que se diera un baño y le obsequió un jersey de las Chivas de Guadalajara, equipo al que es aficionado.
Al siguiente día, Fabián lo llevó a la estética a que le cortaran la barba y el cabello.
La ayuda para don José llegó en cascada. Decenas de personas le han comprado víveres y ropa, así como se han encargado de aspectos de su aseo personal, y no solo eso, un chef llamado Wilbertt Martínez, el cual actualmente radica en California, se ha ofrecido de corazón a pagarle la renta de un cuarto en el que el hombre pueda vivir seguro.