Se avecina crisis en la educación por COVID-19 y falta de liderazgo
Supervisores de educación proponen un paquete de $200 mil millones para abrir escuelas de manera segura
Ante la ausencia de liderazgo en Washington y a nivel estatal, el país se dirige hacia una gran crisis en la educación porque no ha habido el financiamiento requerido para abrir de manera segura en muchos distritos y estados, dijo Pedro Noguera, rector de la Escuela de Educación Rossier de la Universidad del Sur de California (USC).
“La verdadera pregunta es cuándo surgirá un liderazgo que pueda proporcionar a las escuelas, la orientación que necesitan para enseñar de manera adecuada y segura, y cuándo es apropiado reabrir de una manera que las vidas no se pongan en riesgo”, cuestionó.
Ante la cercanía del inicio del nuevo año escolar en la nación, la organización Ethnic Media Services convocó a Noguera y a varios expertos en el tema educativo para hablar en una teleconferencia sobre “El Aprendizaje a distancia del Kinder al grado 12. ¿Puede hacerse con equidad para todos los niños?”.
Desde mediados de marzo cuando irrumpió la pandemia del coronavirus, se cerraron las escuelas y las clases han sido en línea.
¿Qué podemos hacer para ayudar a los niños que viven en la pobreza?
El decano Noguera dijo que las firmas líderes de alta tecnología como Amazon, tienen la responsabilidad de ayudar debido a que han acumulado grandes ganancias durante la pandemia debido a la entrega a domicilio.
“En el Congreso se está hablando de eso, pero puede ser demasiado tarde para muchas familias. Así que en ausencia de apoyo del sector privado, la responsabilidad vuelve a recaer en los distritos escolares locales”.
Reconoció que distritos escolares como el de Los Ángeles, hicieron un gran esfuerzo para entregar pantallas y proveer acceso al Internet a las comunidades para que los niños pudieran acceder al aprendizaje.
“Pero en las zonas rurales los problemas son aún más graves, porque a menudo tienen incluso menos conexión al Intenet y apoyo de sus distritos. Entonces, los niños latinos estarán particularmente en riesgo”.
Noguera afirmó que sin recursos en algunas partes del país, los distritos tendrán que ser creativos.
“La enseñanza al aire libre puede ser una manera práctica de atender el problema mientras que los niños no se quemen por el sol, y es una actividad de menor riesgo”.
Y mencionó que en las áreas donde el virus está por debajo del 5% de la tasa de infección, puede ser posible que los niños regresen a la escuela.
“Donde exista un aumento de los casos como en el Valle Imperial en el sur de California, tendremos que depender de organizaciones comunitarias sin fines de lucro e iglesias para ayudar a las familias a brindar educación a los niños en concierto con el distrito escolar. No es ideal, pero la alternativa es no hacer nada y eso sería irresponsable”.
Raza y escuelas
Shaun R. Harper, director del Centro de Raza y Equidad de la Universidad del Sur de California, dijo que después de leer los planes de reapertura de las escuelas públicas, colegios y universidades, le ha resultado doloroso ver que no consideran el factor raza. “Me temo que un plan que no tome en cuenta la raza, para la reapertura dará resultados racialmente dispares, particularmente cuando la pandemia ha tenido efectos devastadores en las minorías”.
En el contexto de la escolarización, precisó que hay al menos cinco cosas que se deberían considerar para el regreso a la escuela.
“El primero es garantizar que contamos con los recursos de bienestar mental y emocional para los estudiantes y empleados que han experimentado la pérdida de familiares”.
Segundo, cuando se comiencen a abrir las escuelas, debe asegurarse disponer de los suministros de rastreo de contactos, pruebas y limpieza adecuadas.
Tercero, asegurarse que los estudiantes de las minorías tengan acceso confiable a Internet; cuarto, proteger a estudiantes y personal asiático-americano y asiático para evitar que sean víctimas de la violencia cuando regresen a la escuela sobre todo a partir de las agresiones que han sufrido desde marzo por ser asociados con el coronavirus.
Y por último, pidió invitar a las familias, estudiantes, maestros y líderes escolares de las minorías para que den su opinión y asesoramiento sobre la estrategia de apertura.
Jóvenes tutores
Mary Helen Immordino-Yang, profesora de educación, psicología y neurociencia del Instituto de Creatividad y Cerebro de la Escuela de Educación Rossier de USC, habló de lo difícil que representa para los niños aprender y leer desde un teléfono o una pantalla.
“Luego tienen el problema de no estar conectados en absoluto en conversaciones que los ayudan a comprender lo que está sucediendo para sentirse parte de una comunidad”.
Señaló que el aprendizaje en línea ha abierto una caja de pandora con problemas.
Una de sus sugerencias, es aprovechar como tutores comunitarios de los niños, a la generación de recién graduados de secundaria listos para la universidad, pero que no pueden asistir este otoño debido al COVID-19.
“Los jóvenes necesitan sentirse útiles y que no están esperando, aislados mientras el mundo vuelve a abrir”.
Tres modelos de reapertura
Dan Domenech, director de la Asociación de Superintendentes de Escuelas (AASA), dijo que han trabajado con los Centros de Control de Enfermedades (CDC) y los superintendentes para que la reapertura sea segura para estudiantes y personal.
“Básicamente, hay tres modelos que se han desarrollado. El más popular es lo que se conoce como un modelo híbrido donde se trae a la escuela a una parte de la población escolar que se pueda separar a seis pies de distancia, mientras que los otros estudiantes permanecen en casa en el aprendizaje remoto”.
Agregó que este modelo contempla horarios para que ese proceso cambie, de modo que todos los estudiantes tengan la oportunidad de estar físicamente en la escuela, cierta cantidad de días de la semana.
El otro modelo es de aprendizaje totalmente remoto. Y el último modelo quiere el regreso a la escuela, pero debido al aumento continuo en la tasa de infección en los Estados Unidos, los distritos locales lo han revertido.
Domenech indicó que para facilitar que las escuelas puedan abrir al menos parcialmente para algunos de los estudiantes, se requiere dinero para desinfectar, equipo de protección para maestros y el costo del transporte.
“Estamos trabajando con el Congreso para asegurarnos de que esos dólares salgan, y nuestra estimación asciende a aproximadamente $490 por estudiante, solo para seguridad”.
También, reveló que hay 11 millones de niños que todavía no tienen una computadora portátil ni acceso a Internet en el hogar.
“Estamos proponiendo un paquete de $200 mil millones para abrir escuelas de manera segura y proporcionar a los estudiantes lo que necesitan, mientras que hace un mes, la Cámara de Representantes propuso $58 mil millones en el Acta Héroes, y el Senado $75 mil millones”.
¿Educación con equidad?
Eddie Valero, supervisor por el distrito 4 de la Junta de Supervisores del condado de Tulare, California, dijo que no puede darse una educación a distancia con equidad para todos los niños sobre todo en comunidades desatendidas como las del Valle Central.
“Por ejemplo en las comunidades como East Orosi no han tenido agua potable limpia para beber en los últimos 10 años, y deben confiar en las entregas de agua embotellada para cocinar y limpiar. Tristemente pagan por el agua que ni siquiera pueden usar. Comunidades como éstas, están ocultas entre los silos de la riqueza del norte y sur”.
Valero afirmó que es importante e imperativo presionar a los legisladores. Por ejemplo, citó dos proyectos de ley AB 570 y SB 1130 en la legislatura de California que pueden tener un impacto masivo en las comunidades desatendidas con respecto al aprendizaje a distancia y el acceso de banda ancha.