Muere niño en Argentina tras ingerir dióxido de cloro, sus padres se lo dieron para “prevenir” el coronavirus
El menor fue llevado de urgencia por un paro cardiorespiratorio, tiempo después falleció. El caso ya es investigado por las autoridades
El Ministerio de Salud de la provincia argentina de Neuquén informó de la muerte de un niño de cinco años que tomó dióxido de cloro, un potente y tóxico blanqueador al que le atribuyeron erróneamente propiedades curativas y preventivas contra el virus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19.
De acuerdo a información oficial, el menor ingirió el mortal líquido luego de que si padres se lo diercan como medida preventiva “contra el coronavirus”.
“Se ingresó un niño de 5 años a la guardia externa del Hospital de Plottier, en paro cardio-respiratorio, donde se le realizaron maniobras de reanimación sin obtener respuesta. Finalmente, a la 1:15 (tiempo local) se declaró su fallecimiento y se realizó una denuncia policial por muerte dudosa. Cabe aclarar que la Justicia ya interviene en el caso”, informó el Ministerio de Salud de la provincia de Neuquén.
“Del interrogatorio a sus familiares se desprende que el día anterior (al deceso) el niño había consumido dióxido de cloro. En este sentido, es importante recalcar que desde el Ministerio de Salud se comunica y se adhiere a las recomendaciones realizadas sobre el no consumo (ingesta, inhalación, inyección, etc.) de productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados”, agregaron en el comunicado.
“Las recomendaciones a las que se adhiere fueron realizadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Organización Mundial de la Salud (OMS), Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT, Argentina) y Múltiples Sociedades y Organismos Científicos Iberoamericanos especializados en Toxicología”.
El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones (Agency for Toxic Substances and Disease Registry [ATSDR], 2004).
El dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren, pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemólisis, etcétera.), cardiovasculares y renales.
La disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno (FDA, 2020; ATSDR, 2004).
Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si se las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional (OMS y col., 1994; OMS, OIT, 2000). La exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales. Las concentraciones elevadas pueden ocasionar efectos adversos en distintos órganos.