La base militar de Fort Hood, Texas, escenario del brutal homicidio de la soldado latina Vanessa Guillén en abril, informó este viernes de la muerte de otro soldado, aunque en circunstancias muy diferentes.
Corlton L. Chee, de 25 años, falleció el miércoles después de “colapsar” durante un entrenamiento físico en la base el pasado 28 de agosto, según funcionarios del Ejército. Chee murió en un hospital de Texas con su familia en la sala de cuidados, agregaron.
El soldado procedía de Pinehill, Nuevo México, y se alistó al Ejército en febrero como tripulante de tanque. El Instituto Southwestern de Ciencias Forenses de Dallas realizará una autopsia. Los funcionarios dijeron que el incidente se encuentra bajo investigación.
Se trata de la muerte número 28 de un soldado en activo de Fort Hood en lo que va de año. La mayoría, como en el resto de bases del país, fallecieron por accidentes, suicidios y enfermedades.
Cinco de ellos sin embargo fueron víctimas de homicidios, la cifra más alta registrada en la base desde 2016. Entre ellos, el soldado Gregory Wedel-Morales, cuyos restos fueron encontrados el 19 de junio cuando aún no se conocía el paradero de Vanessa Guillén.
Luego de la desaparición de Guillén el 22 de abril y el hallazgo de sus restos en las inmediaciones de Fort Hood más de dos meses después, la base ha estado en el centro del escrutinio público.
“Que me entreguen a los responsables y se cierre esa base del demonio”, exigió a finales de julio su madre, Gloria Guillén. La familia acusó al Ejército de encubrir incidentes de acoso sexual y de negarles información sobre la investigación interna. El principal sospechoso, identificado como Aaron David Robinson, se suicidó antes de ser interrogado por las autoridades.
Según datos del Congreso, la causa de muerte más frecuente entre los soldados en activo son los accidentes, seguidos de las “heridas autoinfligidas” y las enfermedades. En cuanto a los homicidios, desde 2006 se han registrado 514 en todo el país.