Ellen DeGeneres hablará sobre las acusaciones de acoso y discriminación de algunos de los empleados de su programa
La presentadora de televisión Ellen DeGeneres dirá mucho de lo que piensa en su show en cuanto sus trabajadores que se sintieron maltratados
La reputación de Ellen DeGeneres ha sufrido un duro golpe en los últimos meses debido a los artículos que publicó este verano el portal BuzzFeed con los testimonios de varios antiguos empleados suyos, que denunciaban las dinámicas de acoso y discriminación que habían sufrido o presenciado.
La estrella televisiva no ha tratado de pasar de puntillas sobre esta polémica en el debut de la décimo octava temporada de su programa, que ya ha comenzado a grabarse, y ha aprovechado el monólogo que realiza tradicionalmente al inicio de cada episodio para ofrecer explicaciones al respecto.
Según ha explicado una fuente al portal People, Ellen sería consciente de que los espectadores quieren escuchar su versión de los hechos y estaría impaciente por dirigirse directamente a ellos en el estreno, que se emitirá este mismo lunes.
“Ser conocida como la ‘señora simpática y amable’ te pone en una posición difícil. La verdad es que soy esa persona que ves en la televisión. También soy muchas otras cosas. A veces me pongo triste o me enfado, o me siento ansiosa y me frustro y me impaciento. Estoy trabajando en todo eso, sigo mejorando como persona”, aseguró Ellen frente a las cámaras después de ser recibida entre aplausos por parte de su equipo en cuanto pisó el plató.
La presentadora, que hasta hace poco era una de las figuras más queridas de la pequeña pantalla, aceptó la investigación interna que abrió la compañía Warner Media en colaboración con una firma externa para aclarar qué había de cierto en todas esas acusaciones, que iban dirigidas principalmente a tres de los productores ejecutivos del espacio televisivo, todo sea dicho. También organizó una videoconferencia con buena parte de la plantilla para disculparse por haber permitido que fueran víctimas de cualquier falta de respeto en su lugar de trabajo y echar por tierra los rumores que afirmaban que no permitía que nadie la mirara directamente a los ojos.