“Ameba come cerebros” mató a menor en 5 días; en Texas ordenan restricciones al uso de agua potable
El parásito es capaz de viajar por el torrente sanguíneo rápidamente hasta llegar al cerebro luego de entrar al cuerpo en espacios de agua dulce
Las autoridades no tienen fecha para dejar sin efecto las restricciones sobre el uso del agua en ocho ciudades de Texas por la presencia de la “ameba come cerebros”.
Al momento, la alerta de hervir el agua sigue vigente en las ciudades de Houston, Freeport, Angleton, Brazoria, Richwood, Oyster Creek, Clute y Rosenberg, así como Dow Chemical-Freeport y las instalaciones correccionales del Departamento de Justicia Criminal de Texas en Clemens y Wayne Scott.
La Comisión de Calidad Ambiental del estado emitió una advertencia urgente la semana pasada para que, preferiblemente, las personas no tomen ni usen agua del grifo por ningún motivo, excepto para descargar los inodoros.
“La Comisión de Calidad Ambiental de Texas bajo la dirección de la oficina del gobernador está trabajando con la Autoridad de Agua de Brazosport para resolver lo antes posible el problema”, indica el aviso.
Las autoridades tomaron la drástica acción luego de que el 8 de septiembre trascendiera la noticia de que el menor de 6 años, Josiah Micintyre, que fue hospitalizado debido a la bacteria, murió en Lake Jackson.
En principio, la infección se asoció a dos posibles orígenes: una fuente de agua frente a Lake Jackson Civic Center (splash pad recreacional) o por agua de una manguera en la casa del menor, según el comunicado de las autoridades municipales.
A raíz de lo anterior, el Departamento de Servicios de Salud de Texas realizó pruebas en la fuente pública para detectar la presencia de la bacteria Naegleria fowleri, que, el 25 de septiembre, arrojaron resultados positivos.
Datos sobre la bacteria Naegleria fowleri
El parásito entra al organismo por la nariz y la boca a través de cuerpos de agua dulce, de acuerdo con información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). La bacteria puede viajar hasta el cerebro donde es capaz de causar meningoencefalitis amebiana primaria, que causa inflamación del cerebro y destrucción del tejido cerebral.
Los síntomas, que comienzan de 2 a 15 días posteriores a la exposición a la ameba, incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez de cuello, náuseas y cambios en el sentido del olfato o el gusto. En el caso del menor de Texas, el microorganismo le causó la muerte en unos cinco días.