Milagro desde Netflix: abuela hispana vuelve a la vida tras inmenso tumor en el cerebro extirpado en Nueva York
Asombrosa cirugía permitió reconstruirle el cráneo, la piel y el cuero cabelludo, tras ver un documental médico
Por los últimos 25 años, Lorenza De La Villa, inmigrante colombiana residente en Teaneck (Nueva Jersey) vivió con un tumor craneal que esta primavera creció tanto que al final pareció tener dos cabezas.
Lo que parecía imposible de superar, se logró tras ser intervenida en el Hospital Lenox Hill de Manhattan (NY).
Todo comenzó cuando en 1995, a los 64 años de edad, a esta costurera madre de 10 hijos se le diagnosticó un pequeño tumor benigno del tamaño de una pequeña canica. Siguió su vida normal, con chequeos médicos anuales, mientras se hizo bisabuela y enviudó.
“El huevito”, como lo bautizó, no se expandió tanto hasta que de repente el pasado abril, ya con 89 años y en pleno apogeo de la pandemia en el área triestatal, comenzó a crecer pulgadas “casi todos los días”, relató su nieta y vocera, Michelle Tavares (31), residente de Weehawken.
Ahora lo llamaba “El huevote”. Doctores en tres hospitales Nueva Jersey no quisieron operarla porque la masa era muy vascular y había preocupación de sangrado excesivo.
Pensaba que moriría y la familia se resignó a rezar. Hasta que un allegado le contó a una hija de De La Villa sobre un par de neurocirujanos que había visto en la serie documental “Lenox Hill” de Netflix, sugiriendo que tal vez podrían ayudar a su madre, destacó un comunicado del hospital.
Cuando la hija finalmente vio la serie, contactó a los neurocirujanos del Lenox Hill. “Tenía un meningioma, que es un crecimiento benigno del revestimiento del cerebro“, comentó tras el resultado exitoso el neurocirujano Dr. John Boockvar, director del Centro de Tumores Cerebrales de ese hospital.
“Tuvo esta masa durante muchos años, pero no fue hasta hace poco que se volvió muy grande, del tamaño de una pelota de fútbol, saliendo de su cráneo, volviéndose muy doloroso, infectado e interfiriendo con su calidad de vida”, agregó Boockvar, quien estuvo acompañado en la cirugía por el Dr. David Langer.
“Dado que la masa era muy vascular”, también intervino el doctor boricua Rafael Ortiz, “quien hizo la embolización endovascular del riego sanguíneo del tumor. Introdujo un microcatéter en el tumor, puso pegamento para tratar de cortar el suministro de sangre. Esto hizo que fuera más fácil cuando llegó el momento de realizar la cirugía, porque el tumor sangró menos”.
“Una vez que se extrajo el tumor, reconstruimos el cráneo, la piel y el cuero cabelludo. En la visita al consultorio posterior a la cirugía, estuvimos encantados de ver lo bien que se ha recuperado y estamos seguros de que su calidad de vida será mucho mejor”, añadió Boockvar.
Lorenza y su familia agradecen infinitamente a los doctores, pero no dudan en que fue Dios quien los conectó.