Opciones de cuidados de fin de vida son más importantes que nunca

Un médico en la Unidad de Cuidados Intensivos en un hospital de DC.

Un médico en la Unidad de Cuidados Intensivos en un hospital de DC. Crédito: Getty Images

He dedicado mi vida luchando por los derechos civiles, humanos y laborales, salarios más altos y mejores condiciones de trabajo para las mujeres, inmigrantes, trabajadores del campo y personas de bajos recursos, educando a nuestra gente para que reclame su autonomía por encima de sus cuerpos y de sus vidas. Una de mis experiencias más gratificantes ha sido defender a los Latinos con enfermedades terminales que sufren de manera desproporcionada, por las disparidades en los cuidados médicos, así también como haber mejorado el acceso a las opciones de cuidados de fin de vida para morir pacíficamente, sin tener que sufrir un dolor innecesario.

Esta es una cuestión muy personal para mí porque vi a mi madre morir en agonía por un cáncer de mama. Conozco de primera mano, la necesidad desesperada de ampliar las opciones de cuidados médicos para el fin de vida.

En el 2015, me uní a Compassion & Choices, una organización sin fines de lucro, para que se aprobara el End of Life Option Act  o Ley de Opción de  Fin de Vida del estado. Esta ley autoriza la ayuda médica para morir, como una opción de cuidados médicos, para que los californianos con enfermedades terminales terminen suavemente con el sufrimiento insoportable, si así lo desean.

El año pasado viajé a Nevada y a mi estado natal de Nuevo México, donde me reuní con defensores y legisladores para que apoyaran las medidas de ayuda médica para morir. Mi visita fue parte de una campaña educativa bilingüe nacional para ampliar las opciones de cuidados de fin de vida en estos dos estados, al igual que en Nueva York y Nueva Jersey.

Prepararse para la muerte es ahora más crítico que nunca, especialmente porque nuestra gente Latina y otras comunidades de color, se están muriendo a un ritmo desproporcionado por el coronavirus.

Mes Nacional de la Herencia Hispana

Cada año, a partir del 15 de septiembre hasta el 15 de octubre, los Hispanos que hoy representan casi uno de cada cinco residentes de Estados Unidos (60 millones de personas), celebran el Mes Nacional de la Herencia Hispana. Es un mes para honrar y agradecer a los Hispanos por sus contribuciones a nuestras comunidades en los Estados Unidos. Sin embargo, en medio de una pandemia mundial, el Mes Nacional de la Herencia Hispana del 2020 tiene un significado completamente nuevo para el fin de vida, especialmente para nuestros hermanos Latinos.

¿Cómo puedo honrarlos?

Necesitamos elevar nuestras voces y apoyar a los Hispanos quienes necesitan un mejor acceso a todas las opciones de cuidados de fin de vida, tales como los cuidados conocidos en Estados Unidos como hospicio, cuidados paliativos y la ayuda médica para morir. Necesitamos hablar con nuestros médicos y seres queridos sobre si deseamos – o no –  que nos mantengan vivos con tratamientos agresivos.  Debemos tener estas pláticas tan importantes y llenar los formularios de directivas anticipadas que documenten nuestros deseos de cuidados médicos para el fin de vida.

Disparidades en los Cuidados de Salud

Cómo Latina, entiendo que estas pláticas de los cuidados para el fin de vida, no son temas de nuestro agrado, aún y cuando somos una comunidad con índices más altos de enfermedades potencialmente mortales tales como la diabetes. 

Los Latinos y Afroamericanos también enfrentan más obstáculos para tener acceso y utilizar la gama completa de opciones de cuidados médicos para fin de vida, como los cuidados de hospicio, cuidados paliativos y la ayuda médica para morir. Estas disparidades se exacerban cuando los sistemas de salud crean obstáculos para que las personas no puedan obtener los cuidados de salud que desean, especialmente al final de la vida. Por ejemplo, los Hispanos dependen de manera desproporcionada de hospitales regidos por una doctrina religiosa católica, que prohíbe a los pacientes que se están muriendo, el poder utilizar la ayuda médica para morir y poner fin a su sufrimiento de forma pacífica.

Aunque ahora no estoy visitando Capitolios Estatales para hablar con legisladores y reunirme con los estadounidenses que se están muriendo, como lo hice en años anteriores, seguiré abogando por esta causa compasiva. Por ejemplo, hace poco grabé un Anuncio de Servicio Público para crear conciencia entre los californianos sobre la Ley de Opción de Fin de Vida y de la importancia que tiene el que usted platique con su médico, para asegurarse que apoye sus preferencias personales de cuidados de salud para fin de vida.

Mientras entro al octavo mes de cuarentena en mi casa de Bakersfield, California, los invito a que se unan conmigo para apoyar a la mayoría de nuestra gente que vive en Estados Unidos. Elevemos la voz de nuestros hermanos y hermanas que tradicionalmente han estado mal representados en el movimiento de fin de vida. Platiquemos con nuestros médicos y seres queridos, con la esperanza de que los legisladores escuchen la voces de nuestra gente con enfermedades terminales, cuyo último deseo es morir pacíficamente.

 ¡Sí Se Puede!

-Dolores Huerta es una activista de derechos civiles y presidenta de la Fundación Dolores Huerta. La legendaria activista de 90 años de edad, fue nombrada recientemente como una de las ‘Mujeres del Siglo’ en la revista USA Today.

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