Para empezar a disfrutar: conoce la larga tradición del pan dulce mexicano
El pan dulce mexicano reúne las más deliciosas, originales y auténticas creaciones. Descubre más sobre esta fascinante tradición culinaria
Probablemente uno de las tradiciones más icónicas en todas las calles en México, son sus típicas panaderías que desde muy temprano por la mañana llenan de aromas cada esquina. Resulta fascinante ver como cada colonia cuenta tesoros locales, que resultan espacios de lo más cálidos y acogedores en los cuales se crean las variantes más exquisitas de pan mexicano.
Sin importar el lugar de México en el que te encuentres siempre habrá una panadería que ofrece pan fresco, de pueblo y recién horneado. Sin embargo está maravillosa costumbre tiene una larga trayectoria en el mundo culinario mexicano, se trata de una tradición milenaria que se remonta a la conquista de México y que se conoce como la época en la que se dieron a conocer las primeras panaderías. Lo cierto es que los indígenas, tuvieron el primer contacto con la masa de trigo gracias a la llegada de los españoles y aunque eran los dueños de las panaderías; los indígenas las operaban.
Con base en lo anterior desde hace miles de años el pueblo de México fue adquiriendo numerosos y valiosos conocimientos de panadería, que se iban pasando de generación en generación. Si bien aprendieron las técnicas de los españoles, tuvieron la visión de transformar las recetas originales y añadir ingredientes locales como el maíz, el piloncillo y el pulque.
Lo demás es historia desde ese entonces el pan se volvió uno de los alimentos fundamentales en la canasta básica de los mexicanos y su elaboración se diversificó rápidamente en los mercados y conventos. Hoy en día el pan dulce es una de las tradiciones más vivas, latentes y permanentes en las familias mexicanas y existen tantas variantes igualmente deliciosas, que son el pretexto perfecto para olvidarnos por un momento de las calorías. El pan dulce nunca abandona a los pueblos mexicanos y tiene la genialidad de ser un gusto que va mas allá de las clases sociales, finalmente ¿Quién puede resistirse a un inigualable pan de muerto?
Es un alimento tan importante que no sólo forma parte de la cotidianidad del mexicano, es uno de los platillos más representativos en la mayoría de las fiestas y celebraciones nacionales. Aunque gran parte del encanto del pan mexicano son las originales creaciones de cada panadería local, existen algunos clásicos que no podemos dejar de mencionar en este nostálgico recorrido.
- Conchas: Sin lugar a dudas las conchas son una de las variantes más icónicas de pan dulce en México. Se trata de un esponjoso bizcocho que se cubre con una dulce e irresistible capa (elaborada con manteca harina y azúcar). Las conchas se han vuelto un clásico en cualquier panadería, desde las más tradicionales, las de pueblo, hasta las más de moda que se han dado a la tarea de crear versiones muy originales con sabores como matcha, nutella y otras delicias.
- Orejas: Si bien las orejas son de los panes más clásicos en la panadería mexicana, es innegable que son una receta de inspiración francesa, ya que son prácticamente lo mismo a una variante de pan local francés llamadas “palmier” (palmeras). Reciben este peculiar nombre por la forma que adquieren al unirse las capas de hojaldre azucarado, que se asemeja a las hojas de las palmeras, a un corazón y en el caso de la versión mexicana a una oreja, todo depende la creatividad con que lo veas.
- Cocol: Se trata de uno de los panes más antiguos en la tradición panadera mexicana y es una de las variedades más típicas de las panaderías de pueblo. Se trata de un bizcocho que tiene una peculiar forma de rombo, un característico sabor a anís y piloncillo, y en la mayoría de los casos suele cubrirse con semillas de ajonjolí. Su nombre proviene de la palabra náhuatl cocolli, que significa riña o enojo y es un clásico en regiones como Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México, Puebla y Ciudad de México.
- Campechanas: Cuenta la leyenda que esta variedad de pan como su nombre lo indica es originaria del estado de Campeche y se trata de unos panes de forma rectangular, muy crujientes, doraditos y hojaldrados. Generalmente suelen cubrirse con clara de huevo y azúcar para que se caramelicen.
- Garibaldis: Sin lugar a dudas todos en México conocen y aman los garibaldis, son de las variantes de pan dulce mexicano más populares, se trata de pequeños bizcochos cubiertos con mermelada de chabacano y chochitos blancos de azúcar. Se han vuelto un emblema nacional, la leyenda cuenta que fueron creados por la familia Laposse que en ese entonces, eran dueños de la reconocida panadería mexicana El Globo. Posteriormente se hicieron tan famosos que otras panaderías locales imitaron la receta y fue así como se generalizó su venta.
- Pan de muerto: Hay tantas cosas que decir sobre el pan de muerto, es delicioso, único e irresistible. y Sin lugar a dudas es la variante de pan mexicano de temporada más esperada en el año, ya que únicamente se encuentra en las panaderías en los meses de Octubre-Noviembre y es el elemento más icónico en las ofrendas para los fieles difuntos en el Día de Muertos. Es un pan único por su peculiar forma, consiste en una pequeña esfera al centro de la parte superior que representa un cráneo y cuatro brazos de huesos que se suelen ser llamadas canillas. A la fecha existen diversas técnicas y recetas de pan de muerto, entre las que se destacan las versiones azucaradas, con ajonjolí, el pan de yema, de vainilla o naranja, de chocolate y todo tipo de variedades rellenas. Sin importar cuál sea tu favorito, son una tradición que llena de vida cada región y pueblo en México.