Sale de excursión con su padre y encuentra restos de dinosaurio
Un niño de 12 años, que es apasionado de estos animales, se llevó tremenda sorpresa cuando se toparon con el esqueleto
Nathan Hrushkin, un chico de tan solo 12 años, hizo el descubrimiento de su vida cuando encontró parte del esqueleto fósil de un dinosaurio que data de hace 69 millones de años.
El niño, que es un paleontólogo aficionado, estaba de excursión con su padre en una parte rica en este tipo de fósiles en la provincia de Alberta, en Canadá, el mes de julio, cuando vio que algo, aparentemente unos huesos, sobresalían de una roca.
Si bien este descubrimiento se dio hace meses, recién el pasado jueves se realizó la excavación completa del esqueleto.
El niño, que vive en la ciudad canadiense de Calgary, aseguró a BBC que cuando descubrió los huesos del animal prehistórico se quedó “literalmente sin palabras”.
Desde los 6 años Nathan se apasiona con todo lo que tiene que ver con estos animales extinguidos, y con frecuencia, una vez por año, va de excursión con su papá al sitio donde realizó su hallazgo, en ese sitio protegido de la región de Albertan Badlands, en el cañón Horseshoe, cerca de la ciudad de Drumheller.
Antecedentes del hallazgo
En el verano boreal de 2019, el niño y su papa Dion habían encontrado fragmentos pequeños de fósiles en una parte del lugar y eso los hizo sospechar que podría haber más de esos restos por la zona. Especialmente, dedujeron que los restos hallados podrían provenir de una roca que había en un lugar más elevado, en una especie de pequeña colina.
Fue así que al regresar al lugar este año, el niño, que recordaba esa situación, decidió ir a lo alto de esa colina ni bien llegaron al lugar. Y allí fue que se encontró con la sorpresa que lo dejó sin palabras.
“¡Papá, tienes que subir acá ya mismo!”, gritó Nathan a su padre desde las alturas. Cuando el hombre subió, sospechando por la voz de su hijo que algo emocionante podía haber hallado, se encontró con lo que, según él, “parecían huesos hechos de piedra, que no se podían confundir con otra cosa”.
“Parecía la punta de un fémur, tenía ese aspecto clásico de hueso, sobresaliendo del suelo”, dijo Dion.
Padre e hijo sabían que los fósiles están protegidos por ley, y que no podían tocar ni mucho menos llevarse alguna pieza del lugar. Por eso, cuando regresaron a su casa comenzaron el procedimiento oficial para que los especialistas se encarguen de su descubrimiento.