Diecinueve años después, en NYC perdura el dolor entre familiares de las víctimas del Vuelo 587
Afirman que "esta dolorosa tragedia hizo más fuertes a los dominicanos como a los neoyorquinos en general"
A casi dos décadas de la tragedia, las familias siguen llorando a sus deudos. Crédito: Alcaldía NYC | Cortesía
Este jueves se recordó el 19 aniversario de la tragedia que cobró la vida de 265 personas, cuando el vuelo 587 de American Airlines, que había despegado minutos antes del Aeropuerto Internacional JFK con destino a República Dominicana, se precipitó sobre un área densamente poblada de Belle Harbor, Queens.
La ceremonia estuvo presidida por el alcalde Bill de Blasio, familiares de las víctimas, funcionarios electos y líderes comunitarios, en su mayor parte de ascendencia dominicana. El Vuelo 587 despegó a las 9:14 a.m. del 12 de noviembre de 2001, y las condiciones de ese fatídico día eran parecidas a las de este jueves, con frío otoñal y cielo gris.
En su intervención, el Alcalde destacó que incluso bajo las restricciones propias de la pandemia que atraviesa la ciudad, no impidió que amigos y familiares recordaran a sus seres queridos.
“El hecho de que todavía estemos aquí nos da mucha esperanza. El hecho de que el amor que sentimos por los que perdimos y el amor mutuo que los sostiene, es un recordatorio de la fuerza de la gente de la comunidad dominicana, que es la fuerza de todos los neoyorquinos”, dijo De Blasio.
El acto fue convocado por el Comité en Memoria del Vuelo 587, la oficina del concejal Ydanis Rodríguez, el representante federal Adriano Espaillat y la asambleísta estatal Carmen De La Rosa, todos de origen dominicano y representan a distritos del Alto Manhattan.
“En este momento, mientras luchamos contra una pandemia, es importante que permanezcamos en comunidad y nos mantengamos a salvo. Nunca sabemos cuándo compartiremos nuestro último momento con nuestros seres queridos y debemos asegurarnos de aprovechar cada oportunidad que tenemos”, ijo la asambleísta De La Rosa.
El evento se realizó al pie del monumento a las víctimas que se levantó en la calle 116 y Rockaway Beach Boulevard, en Belle Harbor. Sobre la explanada frente al memorial se colocaron sillas para los familiares y asistentes, salvaguardando las restricciones del distanciamiento social.
“La tragedia hizo más fuerte a los dominicanos”
“Mis condolencias y sentimientos de solidaridad están con todos los miembros de las familias y seres queridos de los que fallecieron en el accidente. Esta dolorosa tragedia nos ha fortalecido como comunidad”, expresó el concejal Rodríguez.
El congresista Adriano Espaillat recordó que la tragedia se cobró la vida de las 265 víctimas, la mayoría de las cuales eran dominicanas o dominicano-estadounidenses.
“El paso del tiempo no ha borrado el dolor que permanece en la vida de sus familiares, amigos y seres queridos, y cada año nos reunimos para abrazar sus recuerdos. Siempre debemos recordar y nunca olvidar la vida de cada una de las víctimas que perdimos ese día”.¡, agregó Espaillat.
El acto contó además con la presencia del cónsul general de Republica Dominicana en Nueva York, Eligio Jaquez, la activista Belkis Lora y Guillermo Linares.
Entre tanto, Fernando Aquino, candidato a concejal por el Distrito 14, en El Bronx y también de origen dominicano, señaló que la tragedia del Vuelo 587 dejó una herida incurable en su comunidad.
“Al conmemorar el 19 aniversario de este hecho, reiteramos la importancia de practicar la solidaridad con las comunidades que sufren. Les envío un mensaje de aliento a los familiares y seres queridos de las víctimas y les reafirmo mi compromiso de luchar por una sociedad más justa y compasiva”, dijo Aquino.
Apenas habían transcurrido dos meses de los atentados del 9/11, cuando nuevamente la ciudad de Nueva York era golpeada por otra gran tragedia. Las víctimas en la mayoría dominicanos, fueron 251 pasajeros, 9 miembros de la tripulación y 5 personas en tierra.
El Comité Nacional de la Seguridad del Transporte (NTSB) explicó que producto de una serie de experticias, que el accidente fue causado por el “uso excesivo del timón del avión provocando que el estabilizador vertical del avión se desprendiera de la nave”. En su reporte, el NTSB explicó que el co-piloto reaccionó agresivamente para tratar de estabilizar el Vuelo 587, al verse la nave afectada por una fuerte turbulencia. Las conclusiones despejaron toda duda de que el accidente pudiera haberse producido a causa de un atentado terrorista.
