¿Por qué cuesta más adelgazar luego de cumplir 40?
Factores como el cambio en el metabolismo impiden adelgazar después de los 40
Factores como la edad pueden hacer más difícil la pérdida de peso. Crédito: Shutterstock
A medida que van pasando los años se va haciendo más difícil perder peso. A lo largo de la vida muchas personas batallan con su propio peso y procuran lograr mantenerlo a través de dietas, una buena alimentación y ejercicios.
Sin embargo, una vez llegados los 40, a muchas personas, en especial a las mujeres, se les comienza a hacer difícil adelgazar. Esto ocurre por diversos factores que explicamos a continuación.
Pérdida de la masa muscular
A pesar de la actividad física que mantengamos, cuando llegamos al rango de edad que va de los 30 a los 40, nuestro cuerpo comienza a perder masa muscular que se va sustituyendo con tejido graso.
Esto se debe a que el metabolismo de nuestro cuerpo se hace más lento. De esta forma, es difícil quemar calorías; así que aun cuando comamos lo mismo que antes, cabe la posibilidad de que engordemos.
Aumento del estrés
A medida que pasa el tiempo vamos adquiriendo mayores responsabilidades y esto nos puede generar más situaciones de estrés.
El estrés hace que el cerebro produzca cortisol. Esta hormona prepara nuestro cuerpo para situaciones límites; sin embargo, la mayoría de las veces termina almacenada en forma de grasa. Así, el estrés impide que adelgacemos.
Cambios hormonales
Al avanzar de edad también se producen cambios hormonales. De acuerdo con Vitónica, durante los 40 las mujeres comienzan a sufrir cambios significativos, como la reducción de producción de estrógenos.
En el caso de los hombres, estos cambios empiezan a partir de los 50 años, cuando sus niveles de testosterona comienzan a disminuir. Estos cambios en las hormonas influyen directamente en el metabolismo, por lo que hace cuesta arriba la pérdida de peso.
Cambios de peso en el pasado
Se nos hará más difícil adelgazar si en el pasado nuestro cuerpo sufrió cambios debido a dietas que no tuvieron un buen efecto.
Las dietas que aplicamos en el pasado influyen mucho, ya que el peso que recuperamos suele ser, casi siempre, en forma de grasa que se dificulta perder la próxima vez que lo intentemos.
Así, la grasa que hemos acumulado con los años, más la pérdida de masa muscular son la combinación perfecta para impedirnos perder peso después de los 40.
Poca actividad física
Debido al estilo de vida ajetreado que podemos tener, reducimos la actividad física. Tal vez hubo un tiempo en el que íbamos al gimnasio o salíamos a caminar, montar bicicleta o practicar algún deporte.
Pero con las diferentes responsabilidades vamos perdiendo estos hábitos, y nos volvemos más sedentarios. La falta de actividad física influye mucho; por otro lado, la aparición de problemas en las articulaciones y otros malestares hacen que reduzcamos la cantidad de ejercicio.
Entonces, ¿qué hacer?
A pesar de tener muchos factores en contra, no podemos darnos por vencidos. Es cierto que tal vez no recuperemos la figura ni podamos mantenernos en forma como lo solíamos hacer antes, pero es importante mantener los buenos hábitos.
Así, no debemos dejar de alimentarnos bien, y procurar mantener la actividad física teniendo en cuenta nuestras circunstancias y nuestras propias limitaciones.
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