¿El café descafeinado contiene químicos nocivos?

Hoy en día lo más importante es cuidar la salud. Si por alguna razón sueles consumir café descafeinado, esta información resultará interesante

Foto: Ready made/Pexels

Foto: Ready made/Pexels Crédito: Ready made | Pexels

Existen muchas personas que aman el sabor del café, pero que por alguna razón presentan una especial sensibilidad a la cafeína. Es una condición que si bien puede variar en cada individuo se caracteriza por señales infalibles, como: taquicardia, insomnio, alteraciones en el estado de ánimo, nerviosismo, ansiedad, dolores de cabeza, diversas afecciones estomacales y presión arterial alta.

Dicha sensibilidad a la cafeína de cierta manera no ha sido impedimento para quienes aman disfrutar del sabor de una buena taza de café y es por ello que la industria cafetalera creó el café descafeinado. Pero vamos por partes ¿Qué es en realidad este tipo de café? Se trata de café regular que ha pasado por un proceso para eliminar casi toda la cafeína de los granos y en la mayoría de los casos, se eliminará aproximadamente el 97% de la cafeína. Por ende el resultado final es una taza de café que no aportará el esa sensación estimulante en las mañanas y tampoco los efectos secundarios relacionados con la cafeína. 

Ahora bien, de manera natural el café contiene más de 400 sustancias químicas que son las responsables de darle gusto y aroma a la bebida final, esto en la práctica quiere decir que ningún proceso físico o reacción química quitarán sólo la cafeína dejando otras sustancias químicas en sus concentraciones originales.

El proceso de descafeinización de los granos de café puede realizarse mediante tres métodos diferentes:

1. Tratamiento con agua

Los granos de café humedecidos se empapan en agua mezclada con extracto de café verde al que se le ha reducido previamente la cafeína, aunque también en algunas empresas realizan el lavado solamente con agua. Lo que sucede con este método es que se produce un fenómeno llamado: ósmosis, que atrae la cafeína de la alta concentración de los granos a la baja concentración del disolvente. Los granos ya descafeinados se secan con aire caliente.

2. Método del cloruro de metileno

Este método emplea cloruro de metileno como disolvente químico. Los granos verdes se humedecen en agua para que la superficie del grano se vuelva porosa, y se dejan en remojo en cloruro de metileno hasta que la cafeína se haya disuelto. El disolvente se elimina mediante un evaporador y después se lavan los granos. Después de ello se secan con aire caliente. Cabe mencionar que el cloruro de metileno es un ingrediente activo en el decapante de pintura que recientemente fue prohibido por la EPA. Actualmente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), permite que se utilice cloruro de metileno en algunos procesos de descafeinado de café y señala que marcas no están obligadas a revelar el proceso de descafeinado en su etiqueta.

3. Tratamiento con dióxido de carbono

Se hace circular dióxido de carbono entre los granos, dentro de tambores que funcionan a una presión de 250 a 300 atmósferas. A estas presiones, el CO2 adquiere propiedades únicas que le confieren una viscosidad similar a la de un líquido y la capacidad de difusión de un gas, lo que le permite penetrar en los granos y disolver la cafeína. Finalmente los granos se secan con aire caliente.

Lo cierto es que se cuenta con diversas referencias que señalan que de los tres métodos previamente mencionados, el lavado con cloruro de metileno es el más utilizado en la industria por su relación costo/resultado. Esto no quiere decir que sea la alternativa más saludable, de hecho los expertos en café confirman que los cafés descafeinados de alta calidad sufren un proceso de descafeinado por dióxido de carbono.

Con base en la información anterior podemos afirmar que claro que un proceso de descafeinización, puede ocupar químicos. Y es por ello que muchos especialistas en salud recomiendan optar por las variantes de café descafeinado que ha sido sometido a un proceso alternativo a base de agua, es decir que no requiere productos químicos. Sin embargo muchas marcas importantes continúan utilizando el proceso químico de todos modos y de cierta manera lo preocupante es que algunas poblaciones vulnerables, como mujeres embarazadas, ancianos y personas con enfermedades cardíacas, son consumidores habituales del café descafeinado.

Entonces la pregunta infalible sería ¿El café descafeinado es malo para la salud? Lo primero que es necesario mencionar es que el valor nutricional del café descafeinado debería ser casi idéntico al del café normal, lo que cambia por supuesto es su contenido en cafeína. De tal manera que se trata de café que puede aportar las mismas cualidades terapéuticas que el café regular, de hecho se ha comprobado que el café descafeinado está cargado de antioxidantes y contiene nutrientes. Aunque se cuenta con una referencia que avala que dependiendo la marca, las variantes descafeinadas pueden ser hasta un 15% más bajas en antioxidantes. Esta diferencia se relaciona con una pequeña pérdida de antioxidantes durante el proceso de descafeinado, sin embargo muy al contrario de lo que se cree el café descafeinado contiene antioxidantes. 

Recordemos que las principales fuentes de antioxidantes del café regular y descafeinado son los ácidos hidrocinámicos y los polifenoles. Se sabe que los antioxidantes son sustancias sumamente benéficas para la salud, son de gran relevancia para combatir a los radicales libres y por ende su consumo reduce los efectos causados por el daño oxidativo. Lo cual es clave en la prevención de enfermedades crónicas, como las del tipo cardíaco, el cáncer y la diabetes. 

Además de los antioxidantes, el café descafeinado puede contener cantidades menores de algunos nutrientes, sin embargo no resulta un aspecto alarmante. Para mayor contexto: una taza de café descafeinado proporciona el 2,4% de la ingesta diaria recomendada de magnesio, el 4,8% de potasio y el 2,5% de niacina o vitamina B3.  Puede que esto no parezca una gran cantidad de nutrientes, pero las cantidades se acumulan rápidamente si bebe de 2 a 3 (o más) tazas de café al día.

Otros aspectos que pueden deteriorarse son cuestiones como el sabor y olor, los cuales suelen ser un poco más suaves según el método utilizado. Esto puede hacer que el café descafeinado sea más agradable para quienes son sensibles a su característico sabor amargo.

A modo de conclusión con certeza podemos decir que se cuenta con numerosas referencias y estudios científicos que avalan los beneficios medicinales del café. Sin embargo los efectos específicos sobre la salud del café descafeinado pueden ser difíciles de determinar y la razón es que la mayoría de dichas investigaciones evalúan la ingesta de café sin distinguir entre el café regular y el descafeinado. Aunque cabe mencionar que la única diferencia entre uno y otro es su contenido en cafeína y aunque su valor nutricional puede variar un poco, esto no quiere decir que se omita por completo.

Si por cualquier razón has elegido consumir café descafeinado, la mejor recomendación para disfrutarlo y cuidar tu salud es elegir las variantes de origen orgánico. Y por supuesto revisar el método de descafeinización utilizado, apuesta por las alternativas que se basan en procesos naturales a través del uso de agua; es decir en los cuales no fue involucrado ningún proceso ni componente químico.

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