Por qué leche de almendras puede no ser tan saludable como crees

La leche de almendras puede tener ingredientes no saludables y carecer de nutrientes necesarios

La leche de almendras es naturalmente rica en vitamina E.

La leche de almendras es naturalmente rica en vitamina E. Crédito: Shutterstock

Las almendras son semillas nutritivas y saludables. La leche de almendras es una bebida que se ha vuelto muy popular. Se puede preparar en casa y también hay opciones comerciales. Aunque no todas las leches de almendra son tan saludables como crees.

Solo una pequeña porción de almendras está presente la bebida. La leche de almendras se elabora triturando las semillas, mezclándolas con agua y luego filtrando la mezcla, con lo que se obtiene una bebida parecida a la leche y con sabor a nuez.

La nutricionista Angela Lemond, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética dice a The Healthy que le desconciertan las personas que quieren evitar los alimentos procesados? y que sin embargo, beben leche de almendras procesada.

La leche de almendras procesada puede contener muchos aditivos como azúcar, sal, gomas, aromas, así como lecitina y carragenina (como emulsionantes).

La leche de almendras comercial contiene de cuatro a cinco almendras, agua, vitaminas añadidas y aditivos para que parezca leche. Es muy artificial”, comenta Lemond y recomienda que la gente coma almendras enteras y beba leche de vaca regular (si es que consume lácteos) para maximizar sus nutrientes de la manera más natural posible.

Algunas tienen un alto contenido de azúcar añadido y calorías

La leche de almendras es una opción para personas con alergia a los lácteos o intolerancia a la lactosa o eligen no tomar lácteos. También para aquellos que buscan opciones bajas en calorías. Es naturalmente baja en azúcar.

Algunas marcas contienen entre un 65% y un 80% menos de calorías que la leche entera. Las opciones de leche de almendras sin azúcar pueden contener entre 30 y 50 calorías por taza (240 ml). Mientras que la leche entera tiene 150 calorías.

Pero no todas las opciones son bajas en contenido de azúcares y calorías. Hay muchas variedades que están aromatizadas y endulzadas con una buena cantidad de azúcar agregado. Una taza de leche de almendras con sabor a chocolate puede contener más de 21 gramos de azúcar agregado, lo que equivale a más de 5 cucharaditas.

Es importante revisar la etiqueta nutricional. El límite diario de azúcar agregada que recomienda la Asociación Americana para el Corazón, 24 gramos de azúcar agregado para las mujeres y 36 gramos para los hombres.

No es fuente de proteína

La leche de almendras a diferencia de la leche de vaca o la bebida a base de soja, no aporta proteína.

El lado bueno de la leche de almendras

La leche de almendras es naturalmente rica en vitamina E. Esta vitamina es antioxidante, ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.

La Oficina de Suplementos Dietéticos señala que el organismo también necesita la vitamina E para estimular el sistema inmunitario a fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. Ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos de sangre. Las células también emplean la vitamina E para interactuar entre sí y cumplir funciones importantes.

La mayoría de las variedades comerciales también agregan vitamina E adicional durante el procesamiento y se fortifican con calcio y vitamina D, ambos nutrientes importantes para la salud de los huesos; las versiones caseras no son una buena fuente de estos dos nutrientes.

Hacer leche de almendras en casa es muy sencillo. Si optas por comprarla procesada revisa el contenido de azúcar agregado y si deseas una versión saludable puedes elegirla sin azúcar, sin sabor y fortificada con calcio y vitamina D.

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