¿Cómo saber si estas consumiendo suficiente vitamina C?
Hoy en día es fundamental gozar de un sistema inmunológico fuerte. Estas son las señales infalibles de una deficiencia de vitamina C
La vitamina C es considerada uno de los nutrientes más esenciales en la dieta. Si bien solemos relacionarla directamente con su papel en la prevención de enfermedades, sobre todo resfriados y gripes. La realidad es que existen decenas de funciones biológicas que requieren de la presencia de esta vitamina en el cuerpo. En el siglo XV y XVI la falta de vitamina C, fue responsable por miles de casos de escorbuto entre marinos y otras personas que no la consumían. Sin embargo actualmente la deficiencia es relativamente rara, sobre todo en los países desarrollados debido a la disponibilidad de productos frescos y la adición de vitamina C en ciertos alimentos y suplementos.
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en ciertos alimentos. Su función en el cuerpo es importante, ya que actúa como antioxidante y esto hace que sea indispensable para proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Recordemos que los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía.
De tal manera que el organismo necesita de la vitamina C para protegerse ante diversos estímulos externos y para ciertas funciones, como la producción de colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. Es clave para la absorción del hierro y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario, protege al cuerpo de enfermedades e infecciones.
Existen algunos factores de riesgo con los cuales se asocia la deficiencia de vitamina C, entre los principales se destacan seguir una mala alimentación, el alcoholismo, la anorexia, ciertas enfermedades mentales graves, el tabaquismo y la diálisis. Si bien los síntomas de una deficiencia de vitamina C pueden tardar meses en desarrollarse, existen algunos signos sutiles que pueden anunciarlo.
Síntomas de la deficiencia de vitamina C:
- Debilitamiento y caída del cabello. Lo cual se relaciona con una menor producción de colágeno y es por ello que el cabello pierde fuerza y vitalidad.
- Infecciones recurrentes. Las personas con deficiencias de vitamina C son significativamente más propensas a desarrollar más infecciones, la razón es sencilla: es un nutriente esencial para el buen mecanismo de defensa del cuerpo y cuando falta los patógenos atacan con mayor facilidad.
- Cambios de humor. Solemos ignorarlo o desconocerlo pero la vitamina C, se relaciona directamente con la salud emocional. Su vínculo es estrecho y se cree que los buenos niveles de vitamina C, se relacionan con estabilidad mental, tranquilidad y un buen equilibrio hormonal.
- Fatiga crónica. Bajos niveles de vitamina C intervienen tanto en el estado de ánimo como en los niveles de energía, un síntoma claro es sentirse agotado y sin ganas de nada.
- Heridas que curan con dificultad. La vitamina C es necesaria para una correcta oxigenación yreparación celular, por lo tanto su disminución impide que las heridas sanen con normalidad. Es por ello que es bastante normal que las heridas o lesiones superficiales tarden más en cicatrizar y los moretones aparezcan de la noche a la mañana.
- Dolor. Es normal que se presente dolor sobre todo a nivel muscular y articular. Lo cual se relaciona con una menor absorción de ciertos minerales, que dependen de la vitamina C.
- Enfermedades cardiovasculares. Según un estudio, la acción antioxidante de la vitamina C ayuda a mantener la salud cardiovascular y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades, también interviene de manera positiva en la reducción de los niveles de colesterol y glucosa. Por otra parte la vitamina C, es esencial para los tejidos y vasos sanguíneos
¿Cuánta vitamina C al día?
Según información liberada por Clínica Mayo, la dosis diaria recomendada de vitamina C para los adultos, es de 65 a 90 miligramos (mg) al día, y el límite superior es de 2000 mg al día. La buena noticia es que es uno de los nutrientes más fáciles de adquirir a través de los alimentos, sobre todo frutas y verduras de temporada. Apuesta por el consumo de: frutas cítricas; naranjas, toronjas, limas, limones y mandarinas, también bebe su jugos, vegetales; pimientos rojos, brócoli, papas horneadas, espinacas y tomates. También se encuentra en otras frutas como el kiwi, las fresas, el melón y la piña. Adicionalmente hoy en día contamos con magníficos suplementos.