Un año horrible para las trabajadoras, demoledor para las madres
Todos los trabajos perdidos en diciembre fueron de mujeres
Hace aproximadamente un año las estadísticas mostraban que por primera vez había más mujeres que hombres trabajando.
Y luego vino un año horrible para el empleo de la mano de la pandemia que se ha cebado con las trabajadoras y muy especialmente con las madres. Y esa estadística se ha dado la vuelta.
La crisis laboral se culminó con un diciembre en el que se perdieron 140,000 empleos, de los cuales, según el National Women´s Law Center calcula que el 100% ha sido de mujeres. De hecho, según su análisis, las mujeres perdieron 156,000 empleos y los hombres ganaron 16,000.
Por si fuera poco en diciembre muy pocas mujeres se animan a seguir en la fuerza laboral y hay 2.1 millones de mujeres menos trabajando o buscando empleo que en febrero. Más de una de cada 11 latinas está desempleada y el 38.3% se considera ya desocupada de largo plazo. En el caso de las mujeres negras la situación es muy similar.
De los 12.1 millones de trabajos que se han perdido desde febrero, el 55% los ocupaban mujeres, la mayor parte en el sector de servicios como hoteles, bares, restaurantes, casinos y otros lugares de entretenimiento pero también en educación y en trabajos dependientes de gobiernos federal, estatal y municipal.
Y todo ello es lo que se sabe, las cifras que se tabulan. Hay una economía en la sombra en la que laboran las mujeres, sobre todo inmigrantes latinas, en la que han desaparecido miles de trabajos. Las asistentas en el hogar, las cuidadoras de niños y ancianos, las jornaleras no están en esta lista pero sus trabajos no han vuelto y no se contabilizan.
La pandemia ha sido dura con las trabajadoras precisamente por el tipo de trabajos que tienen, servicios. Este sector de la economía ha sido el más golpeado por una situación en la que se ha pedido disminuir los contactos sociales, ha habido un fuerte aislamiento y se ha venido abajo la demanda en ventas al por menor en tiendas, comidas en restaurantes y clases especiales para niños, por ejemplo.
Lo peor es, además, que dada la situación las madres tienen muy difícil la vuelta al mercado laboral y el paréntesis en sus carreras no solo afecta a los ingresos durante la pandemia sino a las posibilidades de mejorar en beneficios, carreras y promociones.
Muchas mujeres están rechazando ofertas de empleo por cuidar de los hijos. Así lo verifica una encuesta de la US Chamber of Commerce presentada hace unas semanas en las que se revela que el 13% de las mujeres frente al 7% de los hombres no ha aceptado un trabajo por tener que atender a los más pequeños.
De la misma encuesta se deduce que más mujeres que hombres han dejado de buscar empleo por la misma razón y que el 17% no saben si volverán al mercado laboral frente al 6% de hombres que se encuentran en esta tesitura. Quienes viven en pareja con un hombre suelen examinar sus ingresos y oportunidades laborales y normalmente las mujeres ganan menos lo que a la hora de elegir las convierte en las que se quedan en casa. El histórico desfase de ingresos pasa factura.
Cheryl Oldham, vicepresidenta de la U.S. Chamber of Commerce Foundation, considera que el cuidado de los hijos es fundamental para la economía y permite a 14 millones de padres participar en el mercado laboral.
Oldham dice que en este momento está claro que si no se encuentran “soluciones a largo plazo en todos los sectores para esta crisis el impacto negativo en nuestra fuerza laboral se va a sentir durante muchos años”.
Además del retroceso para la mujer, la U.S. Chamber of Commerce certifica que los cambios por motivo de falta de cuidado de hijos y que este cuando lo hay sea inasequible va a tener unos efectos temporales de largo plazo. Las decisiones que se tomen van a tener importantes efectos en lo que se refiere a oportunidades laborales y mejoras en las carreras. El estudio en línea está forzando a muchos padres a trabajar menos o renunciar a empleos para poder atender la educación de sus hijos.
Desde esta organización se pide a empresas y estados que se busque solución a una cuestión que ha sido un problema siempre en un país con poca red social y uno de los pocos del mundo en los que no hay ni siquiera licencia de maternidad pagada por ley federal.