“De horror”: El museo de cera en Brasil que se volvió viral por sus figuras
El dueño de la exposición asegura no ofenderse con las críticas
Arlindo Armacollo es un empresario brasileño de 77 años que se convirtió en artista de manera autodidacta, y elaboró con sus propias manos una veintena de figuras de cera que representan a personajes famosos del mundo, con las que armó su propio museo.
La obra de este hombre se hizo famosa y comenzó a recorrer el mundo a través de las redes sociales, pero no precisamente por la calidad de su arte, sino más bien porque el parecido de sus estatuas de cera con el personaje representado, en ocasiones -muchas ocasiones- no estaría demasiado logrado.
Así, la muestra de Armacollo se convirtió en un hazmerreír viral en las redes, y fue objeto de todo tipo de bromas y burlas por parte de los usuarios, a punto tal que hasta hicieron llorar de angustia a la nieta adolescente del artista.
Hace unos seis años que Armacollo se dedica a exponer sus obras en Rolandia, una ciudad del sur de Brasil. Pero extrañamente, la viralización a nivel global de sus trabajos se dio luego de que se difundiera en redes sociales un reportaje que le hizo al artista la cadena televisiva Unitv en el año 2015. “Puede parecer simple, pero lograr esta riqueza de detalles en los personajes fue un trabajo duro”, decía entonces Armacollo en dicha entrevista, mientras la cámara mostraba de cerca sus creaciones.
Así, pudieron observarse, entre otras, las figuras en tamaño natural de un Nelson Mandela con cabeza pequeñita y cabello dorado, de un Albert Einstein sin cuello y también con la melena rubia, una Marilyn Monroe de cuello ancho y cara aplanada e informe, una Lady Di con una sonrisa entre demencial y aterradora y un Elvis Presley solo reconocible por su guitarra, su ropa y el uso de la imaginación.
La muestra, que el artista brasileño llamó de “Los Amigos de Dios”, cuenta incluso con la imagen del Papa Francisco, que está tan logrado en sus rasgos como el resto de los personajes exhibidos.
La exposición de muñecos de cera recibió cientos de comentarios en redes, algunos despiadados. “Historia de terror brasileña”, publicó un usuario. “Los seguidores del Ecce Homo de Borja han inaugurado un museo”, escribió otro en Twitter, en referencia a la fallida restauración de esa obra pictórica por parte de una mujer española en 2012. “Luther King era gris. Ayrton Senna es Fernando Alonso. Mandela se pinchó esteroides en la cárcel”, posteó un tercero.
Armacollo, sin embargo, no le dio la menor trascendencia a estas críticas en redes. “No podrían importarme menos”, dijo el autor de las figuras en una entrevista al diario británico The Guardian. “Si se tratara de ganar dinero, me molestaría que la gente apreciara o no lo que estaba haciendo. Pero lo hago porque lo disfruto. Hice esto por nuestra ciudad. Si a la gente le gusta, que venga a visitarnos. Si no, que no lo hagan. Yo no me voy a preocupar”, agregó.
Más allá de las críticas, Armarcollo se mostró esperanzado con la idea de que la repercusión que tuvo su obra en las redes -a veces, incluso las críticas son buena publicidad- atraiga turistas de la región y de ciudades linderas hacia el museo en el que se encuentran ahora sus creaciones. En definitiva, lo único que lamenta el particular artista de todo este revuelo en las redes es la angustia que sufrió su nieta. “Ella es muy sensible. Incluso lloró -admitió el hombre-. Pero ahora también se ríe de eso”.