Elecciones de Ecuador: el correísta Andrés Arauz pasa a la segunda ronda con Yaku Pérez y Guillermo Lasso en cerrada contienda por el segundo lugar
El recuento rápido de los votos en Ecuador muestran una amplia ventaja del candidato correísta e indican que la segunda vuelta la disputará contra el líder indígena Yaku Pérez o el empresario Guillermo Lasso.
Ecuador elegirá nuevo presidente el próximo 11 de abril, pero ya se sabe que el correísta Andrés Arauz participará en la segunda ronda después de emerger de los comicios del domingo como el más votado de los 16 candidatos presidenciales.
Lo que no está claro todavía es quién será el contendiente del abanderado de la “Revolución Ciudadana” de Rafael Correa, pues con el 97,56% de las actas escrutadas el líder indígena Yaku Pérez apenas aventaja al banquero Guillermo Lasso en la disputa por el segundo puesto.
Según las últimas cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Arauz encabeza el escrutinio con el 32,20% de los sufragios, seguido por los 19,80% de Pérez y los 19,60% de Lasso.
Arauz fue ministro de Correa, tiene 35 años y es llamado el “hijo pródigo” de la “Revolución Ciudadana”.
El exmandatario destacó este fin de semana su formación en temas como el desarrollo tecnológico y la educación.
Pero a pesar de la amplia ventaja a su favor en la primera vuelta, este no tiene la victoria asegurada en el balotaje del 11 de abril, pues los numerosos votantes que se decantaron por otros candidatos podrían unirse en su contra para cambiar el resultado final.
Los dos contrincantes que pugnan aun por pasar a la segunda vuelta tienen trayectorias políticas muy distintas, pero durante la campaña ambos se ubicaron en las antípodas del correísmo, a pesar de ser caracterizados como un candidato de izquierda y uno de derecha.
Lasso -quien es conocido por tener una agenda económica más conservadora- busca la silla presidencial por tercera vez.
El banquero cuenta con un fuerte respaldo en el contrapeso político de Quito, Guayaquil.
Mientras que el indígena Yaku Pérez, que ejerció su derecho a voto en una parroquia rural de Cuenca, insistió en que la suya es una candidatura “del pueblo”.
El abogado de 51 años es un activo defensor del medio ambiente y uno de los rostros más visibles de la dirigencia indígena nacional.
En 2017 adoptó legalmente el nombre Yaku Sacha, que en quechua significa “agua de monte”.
La jornada
La jornada electoral en Ecuador, la primera nación latinoamericana que acude a las urnas este 2021, se desarrolló este domingo con altos niveles de participación y algunos inconvenientes producidos sobre todo por las medidas para evitar los contagios de coronavirus.
Más de 13 millones de electores estaban llamados a las urnas, 410.000 de los cuales residen en el exterior, para elegir al presidente y vicepresidente del país, además de 137 miembros de la Asamblea Nacional y cinco representantes del Parlamento Andino.
La jornada se caracterizó en las principales ciudades ecuatorianas por largas filas de votantes pese a la pandemia, que ha contagiado en el país a más de 258.000 personas hasta esta semana de febrero y matado a más de 15.000 personas entre casos confirmados y probables.
Los votantes podían elegir entre 16 candidatos que aspiraban a sustituir al presidente Lenín Moreno el próximo mayo.
El impacto de la pandemia
Análisis de Matías Zibell, colaborador de BBC Mundo en Ecuador
En el duelo entre correísmo y anticorreísmo que marcó las elecciones ecuatorianas este domingo se coló un tercer actor político: la pandemia.
El miedo al contagio en algunos ecuatorianos provocó, por ejemplo, que varias de las personas que debían cumplir el rol de autoridades de mesa se ausentaran, lo que retrasó el inicio del sufragio en cientos de centros de votación a lo largo del país.
Personas con condiciones complejas de salud podían ausentarse en la jornada presentando luego un justificante médico, aunque otras, como la abogada Silvana Tapia, quien guarda desde hace casi un año un confinamiento estricto debido a una enfermedad autoinmune, consideraron que era mucho lo que estaba en juego como para faltar.
“En este proceso tuve siempre claro que iría a votar, pues se trata de una elección trascendental en la que decidimos qué orientación política tendrá la respuesta a la recesión económica que se nos ha venido encima y se seguirá agravando”, le dijo a BBC Mundo.
Tapia se presentó a votar con un traje antifluido sobre la ropa, doble mascarilla (primero una quirúrgica, luego otra de tela) y un visor cubriendo toda la cara. Por suerte, no debió esperar demasiado para emitir su voto.
Esta suerte no fue común en todos los centros de votación, donde el distanciamiento social entre votantes y la demora en el inicio de la jornada electoral generaron extensas colas durante la mañana y el mediodía
Lo que faltó en muchos de estos escenarios fue la habitual presencia de vendedores informales de comida y personas encargadas de plastificar los certificados de votación, prohibidos en esta jornada para evitar aglomeraciones.
El Consejo Nacional Electoral recomendó, con este fin, que las personas con cédulas terminadas en número par votaran por la mañana y los de cédula impar lo hicieran por la tarde, pero al no ser una obligación sino una sugerencia, no se pudo determinar si la medida se cumplió a cabalidad.
Entre las recomendaciones del CNE también estuvieron el llevar un bolígrafo propio para marcar las papeletas y portar alcohol en gel para desinfectarse las manos.
La cantidad de papeletas también jugó en contra de la intención de agilizar el proceso. Además de para la elección de presidente y vicepresidente, había un papel para los asambleístas nacionales, otro para los asambleístas provinciales y otro más para los parlamentarios andinos.
En la provincia del Azuay, ubicada en el sur del país, hubo una quinta papeleta, ya que se realizó una consulta sobre la explotación minera en zonas que constituyen fuentes de agua.
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