La señal más importante de peligro que anuncia un excesivo consumo de azúcar, según expertos nutricionistas
Un excesivo consumo de azúcar podría ser la causa de la ansiedad y fatiga crónica. Descubre qué dice la ciencia
Por Lorenza Amor
Es difícil escapar del azúcar en la dieta estadounidense. Lo cierto es que está en todo, desde bebidas cotidianas, cereales, jugos, cafés, pan, salsas y condimentos. Recientemente mucho se ha hablado sobre el excesivo consumo de azúcar y sus devastadores efectos en la salud. Lo cierto es que la población estadounidense come mucha azúcar. Se cuenta con datos que señalan que una persona consume en promedio casi 17 cucharaditas de azúcar agregada al día, según investigadores de la Universidad de California en San Francisco. Información adicional señala que uno de cada cuatro estadounidenses supera por mucho el límite diario de azúcar agregado recomendado por la USDA, que son 50 gramos, y en su lugar consume la asombrosa cantidad de 105 gramos de azúcar agregada por día.
Cabe mencionar que reconocidas organizaciones de salud a nivel mundial, han sido claras y más exigentes con respecto al consumo de azúcar. Por ejemplo, las pautas establecidas por American Heart Association sugieren: 24 gramos de azúcar agregada para las mujeres y no más de 35 gramos para los hombres. Además se ha establecido que la mayor parte de ese azúcar proviene de las bebidas endulzadas, como las gaseosas, las bebidas energéticas y las variantes comerciales de té y café, son la principal fuente de azúcar agregada, proporcionando el 47% del azúcar agregada en la dieta de los Estados Unidos.
Sin embargo pese a las advertencias, muchos de los efectos secundarios del consumo excesivo de azúcar no son inmediatos, sino que se acumulan con los años. Estos incluyen el riesgo de diabetes tipo 2, hígado graso, obesidad, enfermedades cardíacas, estados de ánimo alterados, dolor en las articulaciones y más. Si bien las principales y más evidentes señales que anuncian un consumo excesivo de azúcares añadidas son el aumento de peso, las alteraciones en los niveles de azúcar y la inflamación, y es importante estar atento a estas señales que a largo plazo nos anuncian una adicción. Una de las mayores señales de peligro entorno al consumo de azúcar, es sentirse constantemente ansioso y cansado.
El azúcar es la principal fuente de energía de nuestro cuerpo, por lo tanto para muchos resulta bastante irónico cómo comer demasiado puede hacer que nos sintamos muy cansados. Lo que sucede al comer alimentos azucarados, es que inicialmente suelen dar un impulso de energía y posteriormente causan un colapso. El cual se relaciona co los picos de glucosa en sangre y se deriva en afectaciones al sistema nervioso y nos hace sentir extremadamente agotados, de cierta manera es el organismo pidiendo “más azúcar”.
Esto puede crear un círculo vicioso en el que nos vemos obligados a recurrir al azúcar nuevamente para obtener “energía rápida” y luego volvemos a sentirnos fatigados más tarde. La fatiga también suele ser síntoma de un alto nivel de azúcar en la sangre (causado por comer demasiado azúcar).
Sin lugar a dudas la principal señal sobre un excesivo consumo de azúcar y que en muchas ocasiones solemos relacionar con otros factores como los altos niveles de estrés, es que es un hábito que puede causar nerviosismo. Seguido por la fatiga, que de hecho vendrá rápidamente después. La explicación es más sencilla de lo que crees, alimento con mucha azúcar puede aumentar la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo muy rápidamente y por ende proporcionar una rápida explosión de energía, así como sentimientos de ansiedad y nerviosismo. También cuando hay una excesiva cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo, el cuerpo produce rápidamente la hormona insulina para llevar el azúcar a las células. Esto puede causar un colapso de azúcar debido a la disminución del azúcar en nuestro torrente sanguíneo, lo que resulta en esa depresión a media tarde, baja energía y en general esa apatía que nos lleva a no querer hacer nada.
Lo preocupante es que adicionalmente no solo se verá muy limitada nuestra energía y por ende el rendimiento físico y mental, se interrumpe también el buen descanso. Es bien sabido que el consumo de grandes cantidades de azúcar está relacionado con un sueño de menor calidad. De hecho se cuenta con un ensayo clínico, en el cual se evaluó el impacto del azúcar en el sueño, los resultados fueron contundentes aquellos que consumieron cantidades significativas de azúcar tuvieron menos tiempo en un sueño profundo y reparador de ondas lentas. Aquellos que comieron más azúcar también tardaron más en conciliar el sueño.
Por lo tanto la recomendación es firme: los especialistas en nutrición sugieren que es importante cambiar nuestra relación con el azúcar. De tal modo que no es necesario evitar su consumo por completo, ya que las restricciones extremas no son nada saludables. Sin embargo si es fundamental ser muy cautelosos con no consumirla en exceso, vigilar las porciones, la calidad de las fuentes y limitarlo a ocasiones especiales, son buenas recomendaciones. También es fundamental evitar la ingesta de alimentos procesados y comidas rápidas, para los días de antojos dulces existen alternativas saludables que nos harán sentir mucho mejor. Apuesta por el consumo de frutas, chocolate puro, yogurt griego, licuados, infusiones y gelatinas. Recuerda que no se trata de prohibirte nada, simplemente hay que vivir de manera equilibrada.
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