¿Trump podrá seguir viviendo en Mar-a-Lago?; Concejo de Palm Beach, Florida, evalúa estancia de expresidente
Los concejales aún no deciden si la presencia del expresidente en Palm Beach daña el valor de la propiedad, como alegan otros residentes de la zona
Los cinco miembros del Concejo de Palm Beach, en Florida, dejaron sobre la mesa la discusión sobre si el expresidente Donald Trump puede permanecer en su mansión de Mar-a-Lago tras haber abandonado la Casa Blanca el 20 de enero pasado, mismo día en que su sucesor Joe Biden juró al cargo.
La acción de este martes se da el mismo día en que Trump enfrentaba en el Senado federal la primera jornada del juicio político o “impeachment” bajo alegaciones de haber incitado la insurrección en el Capitolio, el pasado 6 de enero, que dejó cinco muertos y cientos de arrestos.
En el trámite de esta semana, los concejales no tomaron acción sobre el asunto que había sido agendado a pedido de residentes que se quejaron de que la presencia de Trump daña el valor de la propiedad.
Los reportes disponibles al momento no clarifican si el asunto será atendido posteriormente o cuándo se tomará una decisión final al respecto.
La controversia por la estancia del republicano se avivó luego de que Trump abandonó la Casa Blanca y se instaló en Mar-a-Lago el mismo día que Biden juró al cargo.
Cuando Trump convirtió su residencia privada en un club social acordó con la demarcación limitar sus estadías en el lugar.
Algunos residentes de la zona consideran que Trump empezó a violar ese convenio desde antes de refugiarse en la vivienda tras la inauguración el 20 de enero de su sucesor Joe Biden.
El abogado de los denunciantes pidió realizar una presentación de sus alegaciones en abril, pero el Concejo no ha respondido.
Abogados defienden estancia de Trump
La emisora ABC 25 reportó que los abogados que ven el caso consideran que Trump aparece como un empleado u oficial del club, y que, de acuerdo con la codificación de la zona, tiene el derecho de residir ahí.
El abogado que representa al pueblo de Palm Beach, Skip Randolph, sostiene que no hay nada en el acuerdo del club de 1993 que le prohíba a Trump residir en el lugar.
Para Randolph, el expresidente debe ser considerado un empleado bonafide de la entidad.
“Este hombre, mientras se encuentra en la propiedad, es como el alcalde de Mar-a-Lago. El siempre está presente”, puntualizó Randolph en la presentación virtual del Concejo.
Por su parte, John Marion, abogado de Trump, argumentó que su clienta era presidente del club antes de ser presidente de Estados Unidos, y tras su salida de la Casa Blanca, volvió a ser el encargado del espacio de golf.
Trump ha estado viviendo en Mar-a-Lago desde el mes pasado. Pero los opositores a su estadía alegan que el acuerdo que firmó para convertir la residencia en un club especificaba que no podía permanecer en el lugar más de tres semanas al año.