“Como en la guerra”, así describen residentes de Texas tres días sin luz en pleno frío polar
Temperaturas congelantes se extenderían hasta el sábado debido a una segunda tormenta invernal
El gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, advirtió que es posible que el estado no registre temperaturas por encima de los 32 grados Fahrenheit o cero grados Celsius, el punto de congelación del agua, hasta este sábado debido a una segunda tormenta invernal que azota el centro y sur del país.
Mientras tanto, millones de tejanos se enfrentan a un tercer día sin electricidad con temperaturas heladas. No hay internet ni calefacción en muchas casas; los comercios han cerrado por la falta de energía; las autopistas son extremadamente peligrosas; no se surte gasolina en las estaciones de servicio y hay cientos de vuelos cancelados.
“Estamos como en la guerra”, opina Tony Salinas, una residente de Houston afectada por los constantes apagones eléctricos. “Tanta gente que está muriendo, de frío, de hambre, de que se les incendian sus casas. La gente está sin trabajo. La verdad, es de lamentar”, agregó en entrevista con Noticias Telemundo.
La autoridad que administra la red eléctrica del estado, el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT, en inglés), dijo que la electricidad se había restaurado en 600,000 hogares y negocios el martes por la noche. Pero todavía hay 2.7 millones de personas sin luz.
Los funcionarios no han dicho cuándo se restablecerá la energía por completo, pero el presidente del consejo, Bill Magness, aseguró que esperaba que la mayoría de los clientes tuvieran restaurado el servicio, al menos de manera parcial, para el miércoles o jueves a más tardar.
En medio del caos, el residente de Houston José Vidales preparaba quesadillas al carbón con huevo para alimentar a sus tres hijos.
“Si termino [de usar la parrilla] la apago o la ofrezco a alguien más que la quiera usar. Aquí tengo otra bolsa de carbón”, dijo a Noticias Telemundo Vidales, quien cocina con la parrilla fuera de su apartamento para evitar una tragedia como las muertes recientes en el estado por intoxicación con monóxido de carbono.
Otros, desesperados por la falta de agua cuando muchas tuberías han reventado por la excesiva presión del líquido cuando se transforma en hielo, abren las llaves de los hidrantes en la calle. Mientras el agua brota a borbotones, se apresuran a llenar cubetas, garrafones y jarras. No saben cuándo se restaurará el servicio, su gobernador no ha dicho una fecha. Y cuando el agua logra fluir de las llaves, les advierten que deben hervirla para evitar posibles brotes infecciosos.
En largas filas que recuerdan el desabasto en otros países menos desarrollados, muchos tejanos esperan para obtener alimento. Y se preguntan por qué no estaban preparadas las autoridades. “Queríamos ver la nieve, pero no pensamos en lo que vendría después, la consecuencia, que se iba a ir la luz”, dijo a Noticias Telemundo Danilo Castañeda, residente de Houston.