Cómo podría el Congreso aprobar la reforma migratoria sin ayuda de los republicanos

Organizaciones civiles empujan para que los demócratas en el Congreso aprueben la “America’s Citizenship Act of 2021” (“Ley de Ciudadanía de EE.UU. del 2021”) del presidente Joe Biden bajo la regla de Reconciliación, la cual se utiliza principalmente para asuntos presupuestales, pero la Conferencia Nacional de Legislatura Estatales (NCLS) confirma que podría aplicarse para la reforma migratoria.

Esa ruta legislativa se sigue actualmente con el proyecto de ley del paquete de estímulo económico de $1.9 billones de dólares, lo que permitirá a los demócratas avalar el plan con mayoría simple, es decir 50 votos más uno, en este caso de la vicepresidenta Kamala Harris, si es necesario.

Los grupos Voces de la Frontera y Fair Immigration Rights Network (FIRM) se aliaron para urgir a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (California), y al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York), aplica la regla de Reconciliación a la reforma migratoria, además de integrar a indocumentados con número ITIN en el paquete de estímulo económico contra COVID-19.

Los activistas reconocen el esfuerzo del presidente Biden, pero buscan acciones concretas y protecciones que solamente podría determinar el Congreso.

“Desde acciones ejecutivas como la promulgación de órdenes ejecutivas pro-inmigrantes y la introducción de la Ley de Ciudadanía de EE. UU. de 2021 no tienen precedentes”, reconocieron. “Es por eso que la estrategia actual… es enfocarse en la inclusión y legalización de inmigrantes en los próximos proyectos de ley presupuestaria de reconciliación COVID-19. Estos proyectos de ley no requieren apoyo bipartidista, lo que significa que simplemente necesitamos apuntalar a nuestros representantes demócratas progresistas para que nos apoyen y utilicen sus posiciones de liderazgo para alentar a otros demócratas a que también nos apoyen”.

Cuando se dio a conocer el proyecto de reforma migratoria, oficiales de la Casa Blanca fueron cuestionados si se pediría al Congreso aplicar la regla de Reconciliación.

“Es muy pronto para especular al respecto”, dijo un asesor que dio explicaciones bajo condición de anonimato.

La NCLS expuso las dificultades que enfrentan los demócratas en el Congreso, donde requieren 60 votos en el Senado, pero podrían utilizar la regla de Reconciliación.

“El proyecto de ley puede tener dificultades para pasar por el Senado, con su actual división 50-50 demócrata-republicano”, explica la NCLS. “El paquete completo puede, en última instancia, avanzar en leyes más pequeñas separadas o mediante el proceso de conciliación”.

Ahora los activistas consideran que hay una ventana limitada para aprobar el camino a la ciudadanía de “dreamers, portadores de TPS y sus familias.

“Necesitamos que nuestros representantes progresistas del Congreso nos apoyen, especialmente nuestros caucus progresistas negros y latinos”, dijo Christine Neumann-Ortiz, directora ejecutiva de Voces de la Frontera Action. “En junio o julio de 2021, esta ventana de oportunidad para promulgar un cambio legislativo significativo desaparecerá, una vez que se apruebe el segundo proyecto de ley de reconciliación de COVID-19”.

Katherine Villanueva, miembro de Jóvenes Empoderados en la Lucha (YES!), por sus siglas en inglés, e hija de inmigrantes mexicanos indocumentados, pidió proteger a los trabajadores de primera línea.

“Durante estos tiempos difíciles, han trabajado incansablemente y no han recibido ningún apoyo del gobierno debido a su estatus (migratorio)”, lamentó. “Ser capaz de sobrevivir durante una pandemia global no debería ser algo para elegir. Exigimos que se incluyan en el próximo proyecto de ley de estímulo y que tengan un camino hacia la ciudadanía”.

El sábado sábado 27 de febrero de 2021, el grupo dará detalles de su estrategia, donde podrían revelar si ya tienen apoyo de legisladores. Su evento es a las 11:00 a.m. del Centro a través de su cuenta en Facebook.

La reforma migratoria de Biden fue recién introducida en el Congreso por el senador Bob Menendez (Nueva Jersey) y la representante Linda Sánchez (California), apoyada –de entrada– por más de 80 demócratas en la Cámara y al menos 20 senadores, quienes firman como co-patrocinadores.