5 alimentos que la ciencia ha demostrado pueden ser perjudiciales para el cuerpo

Somos lo que comemos, descubre cuáles son los alimentos que no le están haciendo ningún favor a tu salud

Seguir una dieta con un alto consumo de alimentos azucarados, no solo deteriora la piel; es una de las principales causas del desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión y afecciones cardíacas.

Seguir una dieta con un alto consumo de alimentos azucarados, no solo deteriora la piel; es una de las principales causas del desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión y afecciones cardíacas. Crédito: Pexels

Hoy en día más que nunca tenemos bastante claro lo que se debe y no se debe hacer en para seguir una alimentación saludable. La información no deja de hacerse presente y contamos con muchas recomendaciones y advertencias. Lo cierto es que existen muchos factores que no siempre nos permiten seguir una dieta saludable, como estar demasiado estresados, con mucho trabajo o simplemente cuando estamos hartos de las ensaladas,  vegetales y el pollo a la plancha.

De cierta manera la calidad de los alimentos que consumimos, es determinante e inclusive algunos productos comunes que solemos catalogar como “inofensivos” pueden tener consecuencias devastadoras para la salud. Y lo peor de todo es que es muy probable que estés consumiendo algunos de estos alimentos a diario. Algunos de ellos pueden ser convenientes, otros deliciosos, sin embargo hoy en día en que la alimentación juega un papel tan importante, aprender sobre la ciencia detrás de su mala reputación será de gran ayuda para darnos cuenta de la inmensa lista de beneficios de simplemente evitarlos. Los siguientes son alimentos que se ha demostrado científicamente que causan daños graves a su salud ¡Toma nota!

1. Comidas enlatadas

Una de las alternativas más rápidas para los días con prisa y pocas ganas de cocinar, es consumir todo tipo de comidas enlatadas y si de cierta manera resultan una opción bastante convincente. De hecho derivado de la pandemia, se cuenta con información en la cual se confirma un aumento en la demanda de sopas y verduras enlatadas que provocó escasez en los estantes de los supermercados el año pasado. Sin embargo los alimentos enlatados no son nada buenos para la salud, generalmente tienen una mala reputación y definitivamente hay algo de cierto en esta afirmación. La principal razón por la cual suelen ser muy dañinos es porque están muy procesados. Si bien muchas verduras enlatadas se procesan mínimamente y, por lo tanto, pueden ser parte de una dieta saludable, es el tipo de productos de comida en lata lo que realmente nos mete en problemas y con esto nos referimos a sopas enlatadas, pastas, salsas y frutas en almíbar. Suelen ser ricas en sodio y azúcar para preservar sus sabores. Lo que sucede con las sopas y comidas comerciales, es que al cocinarlas a alta temperatura durante un tiempo suficiente con el objetivo de matar bacterias potencialmente dañinas, algunos de los sabores naturales se evaporan y la sal es una forma barata u muy conveniente de compensar estas pérdidas. Es bien sabido a través de diversos estudios, que un excesivo consumo de sodio se asocia con alteraciones en la presión arterial y aumenta el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.  

Sopas enlatadas./ Foto: Efe

2. Cenas congeladas para microondas 

Otra de las alternativas rápidas para olvidarnos de cocinar, son las cenas congeladas para microondas. Poe desgracia y aunque pueden ser ricas en sabor, los expertos señalan que causan daños en el organismo. Según un estudio del 2015, que fue publicado en The British Journal of Nutrition mostró que consumir alimentos preparados, incluidas las comidas en el microondas, a diario puede causar deficiencias nutricionales en la dieta. El consumo diario de comidas para “calentar y comer” se asocia con un mayor consumo de grasas, un menor consumo de fibra y una mayor incidencia de obesidad abdominal. También conocida como acumulación de grasa abdominal, es un aspecto no solo estético también es un medidor importante de la salud y se asocia con mortalidad prematura. De hecho, un estudio reciente demostró que por cada aumento de 10 centímetros en la grasa abdominal, se aumenta el riesgo de muerte por cualquier causa en un 8% para las mujeres y en un 12% para los hombres. 

Microondas
Cenas de microondas./Foto: Shutterstock

3. Comida rápida 

Todos sabemos que la comida rápida es verdaderamente letal para la salud, sobre todo cuando se consume en exceso. Existen diversos aspectos que mencionar, uno de los principales radica en su producción en masa, lo que se traduce en alimentos altamente procesados. La comida procesada es cualquier comida que ha sido alterada químicamente y hecha solo con ingredientes refinados y sustancias artificiales (a diferencia de los alimentos integrales). Si bien este tipo de comidas se asocian con diversos efectos secundarios, consumirlos con regularidad es causa directa de inflamación. De hecho se cuenta con datos liberados en el portal de WebMD Medical Reference, en el cual se confirma que la inflamación puede ser causada por el consumo de carbohidratos refinados (como pan blanco), bebidas azucaradas, carnes procesadas, margarina/manteca y, por supuesto, alimentos fritos. En pocas palabras todo lo que contienen las comidas rápidas. Se cuenta con un estudio interesante publicado en la revista Cell y encabezado por la Universidad de Bonn, en el cual se avalan los efectos de la comida rápida en la respuesta inflamatoria, de hecho se compara con la reacción del cuerpo cuando está combatiendo enfermedades. Este estado de inflamación prolongado se asocia con la mayoría de las enfermedades crónicas y degenerativas, y claro disminuye considerablemente la esperanza de vida. 

Comida rápida./Foto: Pexels

4. Alimentos azucarados 

Se nos lleva advirtiendo mucho sobre el excesivo consumo de azúcar en la dieta y lo más importante que hay que entender, es que no solo se encuentra en los postres, bebidas y alimentos dulces más evidentes. El azúcar se encuentra en una larga lista de productos de consumo cotidiano, como son salsas, condimentos, pan, bebidas y productos horneados. Todo esto contribuye a la ingesta excesiva de este peligroso nutriente, que tanto consumen los estadounidenses; de hecho se estima que uno de cada cuatro estadounidenses consume mucho más que el límite diario de azúcar agregado recomendado por el USDA de 50 gramos. Lo más relevante es que se estima un consumo promedio de la asombrosa cantidad de 105 gramos de azúcar agregada por día. Cabe mencionar que las pautas establecidas por American Heart Association sugieren no más de 24 gramos de azúcar agregada para las mujeres y no más de 35 gramos para los hombres. Lo que sucede con el excesivo consumo de azúcar es que es un enemigo silencioso, es decir es posible que sus consecuencias en la salud no se noten hasta años después. Entre sus principales afectaciones se incluye un mayor riesgo de padecer: diabetes tipo 2, hígado graso, enfermedades cardíacas e inflamación de las articulaciones. Y claro de manera más inmediata, el aumento de peso.

Azúcar./Foto: Shutterstock

5. Carne roja

En los últimos años científicos y nutricionistas, recomiendan elegir una dieta basada en plantas y la razón es que es un estilo de vida que se asocia con la prevención de enfermedades, peso saludable y longevidad. De tal modo que según datos liberados por la Escuela de Medicina de Harvard, el consumo diario de carne roja, incluida la carne de res, cerdo y cordero, se ha relacionado con casos más altos de cáncer de colon. También se cuenta con  un estudio que lo avala y que fue realizado en Europa, que siguió a 478.000 hombres y mujeres sanos durante un período de cinco años, durante los cuales 1329 fueron diagnosticados con cáncer de colon. Se comprobó que aquellos que comieron más carne roja (5 onzas al día o más) tenían alrededor de un tercio más de probabilidades de ser diagnosticados con cáncer de colon que aquellos que comieron menos carne roja (menos de 1 onza al día). Lo que más preocupa es que se cuenta con información de la USDA, en la que se confirma que el estadounidense promedio consumió 222.4 libras de carne roja en 2018, el equivalente a casi 10 albóndigas al día (o aproximadamente 10 onzas al día). De tal modo que el excesivo consumo de carnes rojas y procesadas, se asocia con afectaciones en la salud cardiovascular, aumenta el riesgo de cáncer, puede afectar la digestión y es causa directa del aumento de peso. Recuerda todo se trata del equilibrio, apuesta por consumir la carne con moderación y en porciones controladas.

Carne roja. /Foto: Pexels

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