Preparados para el aumento de los precios de la gasolina
Se forma la tormenta perfecta
Como todo tiene consecuencias, ahora que se habla del retorno a la normalidad después de la pandemia por el coronavirus, y la recuperación económica, sentimos el incremento en los precios de la gasolina, que de paso encarecen los costos de los productos y servicios.
La explicación es sencilla, el mundo está interconectado y lo prueba que un virus en China frenó al resto de la humanidad y además una tormenta de nieve que azotó el país la semana pasada, especialmente el área del estado Texas paró el suministro de las vacunas del Covid-19 y del petróleo subiendo los precios de los combustibles.
En estados como New Jersey, y condados neoyorquinos como Queens o Yonkers el año pasado se pagaba menos de dos dólares por galón y tal vez no parezca significativo, porque entonces estábamos en medio del encierro como medida de protección para evitar contagios del coronavirus. Pero si lo comparamos con los precios de esta semana, cualquier bolsillo lo siente.
Las cosas no son tan simples, la gasolina sube y baja, según el consumo y la demanda en la temporada de invierno y ahora el precio internacional del barril pasa de los US$61 dólares por el frío al sur de la nación y el recorte de suministro en el estado de mayor producción de crudo de los Estados Unidos, Texas, que todavía lucha para reponerse de los daños en las refinerías y en su generación de energía.
Decíamos que el petróleo subió por los problemas en la producción y debemos comenzar a acostumbrarnos a sentir los precios altos pues según analistas de Morgan Stanley o Goldman Sachs es posible que ocurra en los próximos dos trimestres del año porque habrá mayor demanda con la primavera y el verano.
Con la normalidad se espera que las industrias como la aviación recuperen su dinamismo, al igual que las aerolíneas comiencen a hacer sus pedidos para los aviones y reactivar el turismo, que es uno de los sectores económicos más golpeados por la pandemia. Ese sería otro factor para calcular los mayores precios de los combustibles.
Es decir que se forma la tormenta perfecta: menores inventarios por problemas en la producción de Texas, mayor consumo porque ahora con las vacunas podemos salir con tranquilidad y muy pronto podremos planear viajes para salir de casa a descansar del encierro.
Históricamente, los precios del petróleo han oscilado entre los US$20 y US$150. Y ahora podría subir más por compras de los bancos y fondos de inversión o las aerolíneas, por eso debemos estar preparados para las posibles alzas.