¿Qué comer y beber durante el proceso de vacunación Covid 19? Esto es lo que dicen los expertos
No necesitas seguir una dieta específica durante el proceso de vacunación. Sin embargo los especialistas recomiendan alimentos antiinflamatorios y densos en nutrientes para estimular al sistema inmunológico
A un año del inicio de la pandemia por COVID-19 y sus devastadoras consecuencias a nivel mundial, tenemos la fortuna de estar hablando sobre la vacuna. Con base en ello a medida que seamos candidatos para recibirla, es posible que surjan algunas preguntas básicas y una de las más recurrentes son las indicaciones entorno a la alimentación. Muchas personas se han mostrado interesadas en saber si se deben de comer o beber determinados alimentos previo a la cita y durante los siguientes días. Si bien no existe una dieta específica, expertos en todo el mundo coinciden en que la calidad de la dieta influye positivamente en los resultados y es por ello que una de las principales recomendaciones es apostar por productos que estimulen al sistema inmunológico. Los alimentos antiinflamatorios, el alcohol, la hidratación y el sueño, son aspectos determinantes en el efecto de la vacuna.
Los posibles efectos secundarios de la vacuna COVID son bastante conocidos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los principales se destacan dolor en el brazo, fatiga, escalofríos, dolor de cabeza, muscular, y fiebre. La buena noticia es que lo que comemos juega un papel importante para minimizar los síntomas y apoyar la función del sistema inmunológico. Con base en ello nos dimos a la tarea de recopilar declaraciones de expertos en medicina, sobre los alimentos que recomiendan consumir y también evitar.
1. Apuesta por una dieta antiinflamatoria
Es buen sabido que la inflamación es mecanismo de defensa del organismo, sin embargo cuando se vuelve crónica es el origen de numerosas enfermedades degenerativas. Es por ello que combatir la inflamación a través de la alimentación es un poderoso secreto de salud. La buena noticia es que hoy en día existen numerosos alimentos naturales que son el aliado perfecto y que también tienen la inmensa ventaja de ser altamente nutritivos. La alimentación antiinflamatoria se basa en la ingesta de productos frescos y de temporada. Verduras con pigmentación verde, como el brócoli, espinacas, kale, espárragos, acelgas, coles y lechugas, siempre preferiblemente consumidas en crudo para que no pierdan su poder vitamínico y sus propiedades antioxidantes, son muy recomendables. El aceite de oliva también es un básico, al igual que los frutos secos que nos llenan de grasas saludables del tipo monoinsaturadas, como las nueces, almendras, pistachos, piñones y anacardos.
Las especias medicinales juegan un papel relevante, sobre todo variantes como la cúrcuma, y el jengibre son alimentos de gran poder antiinflamatorio y antioxidante. Van de maravilla en jugos, infusiones, licuados, salsas y guisados.
Además, es necesario reducir el consumo de carne roja, y que el consumo de pescado sea principalmente de variantes ricas en grasas. El pescado es uno de los alimentos antiinflamatorios más valorados, apuesta por variantes como el salmón, la caballa, las sardinas, las anchoas y el arenque ¡Brillan por su contenido en omega-3! Estas grasas son muy benéficas para la salud y tienen la peculiaridad de convertirse en compuestos llamados ‘resolvinas’, lo que significa que están atacando cualquier inflamación. Adicionalmente es demasiado importante evitar la ingesta de harinas refinadas, alimentos ricos en almidón, sobre todo los productos procesados y las comidas rápidas.
Adicionalmente los especialistas recomiendan de manera muy específica, comer sopa de pollo. En principio porque es probable que tengas pocas ganas de cocinar y también se trata de un alimento muy completo, reconfortante, hidratante y antiinflamatorio. Un gran tip es tener algo de caldo de pollo previamente preparado.
No es necesario ayunar la noche anterior a la vacuna COVID como lo haría para otros procedimientos. El consejo de los expertos es comer algo ligero en casa y con el menor procesamiento posible, como yogurt y fruta, huevos y fruta o una barra saludable son buenas opciones.
2. Bebe abundantes líquidos
Los médicos están de acuerdo en que mantenerse adecuadamente hidratado antes y después de recibir la vacuna COVID es extremadamente importante. No solo todo en el cuerpo funciona mejor en un estado bien hidratado, sino que a algunas personas con fobia a las agujas e historial de desmayos les irá mucho mejor si aparecen hidratadas. Por lo tanto antes y después de recibir la vacuna, es importante beber muchos líquidos. También se aconseja el consumo de alimentos hidratantes como la fruta, verduras y sopas a base de caldos, que estimulan al sistema inmunológico.
3. ¿Qué hay del alcohol?
Uno de los puntos que más controversia ha causado es el consumo del alcohol. Según un portavoz de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), “actualmente no hay evidencia de que beber alcohol hará que la vacuna COVID-19 sea menos efectiva. Tampoco hay evidencia que indique que las vacunas no sean seguras para las personas que consumen alcohol. Sin embargo los médicos generales, recomiendan evitar el alcohol el día antes y después de recibir la vacuna porque el alcohol inhibe al sistema inmunológico y puede deshidratarlo. Incluso un consumo ligero de alcohol provoca una deshidratación relativa, y esto podría empeorar los dolores corporales que se producen después de la segunda inyección. Recuerda que de modo general beber alcohol debilita la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y dificulta la recuperación. Sin embargo consumir una copa de vino como parte de una rica comida unos días antes o mejor aún después del proceso de vacunación para celebrar ¡No tiene ninguna contraindicación!
Podemos concluir que seguir una dieta saludable, equilibrada, estar bien hidratados, descansar bien y evitar el consumo de alcohol; serán de gran ayuda para mejorar la respuesta inmunológica. Por lo tanto fortalecer al sistema inmune, aumenta nuestras defensas y con ello se puede estimular positivamente la respuesta a la vacunación.
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